Los jóvenes de 12 a 24 años son los que registran los niveles más altos de consumo problemático de alcohol, con un aumento considerable entre las mujeres. Esta es una de las conclusiones del cuarto informe del Barómetro del Narcotráfico y las Adicciones en la Argentina del Observatorio de la Deuda Social, dependiente de la Universidad Católica Argentina (UCA).

El trabajo incluyó 16 837 casos de aglomerados urbanos, clasificados en grandes regiones: Metropolitana, Noreste, Cuyo, Pampeana y Patagonia, abarcó el período 2010-2016 y fue publicado hace unos días en la página del Observatorio.

Más jóvenes, más mujeres

Una de las conclusiones del informe fue que, de todas las sustancias legales e ilegales, el consumo de alcohol en forma problemática sigue siendo la tendencia que prevalece. La tasa de consumo fue más elevada en los varones (el 86 %) que en las mujeres (el 76,5 %) –aunque el porcentaje de estas últimas aumentó respecto de muestras anteriores– y en los grupos etarios de 18 a 24 (el 88,1 %) y de 25 a 34 (el 86,3 %).

En cuanto a la edad de inicio –de 12 a 17 años–, el estudio constató que el 60 % ya se inició en el consumo de alcohol y que uno de cada siete lo hizo en forma abusiva. Estos porcentajes representan 82 435 niños y adolescentes.  

Uno de los aspectos que se analizó en el trabajo fue el consumo episódico excesivo; en este sentido, se puso el acento en lo que conoce como “la previa”. Los resultados mostraron una relación entre los jóvenes que asisten con más frecuencia a las previas y los que se iniciaron más temprano en el consumo, así como los que muestran un consumo problemático.

Contra la estigmatización

La directora del Plan Provincial de Adicciones, Carina Stehlik, asegura que es necesario cambiar la mirada incriminatoria sobre quienes tienen una problemática de consumo. También afirma que los adolescentes consumen porque hay un mundo adulto que ...

La familia

Los profesionales bosquejaron de manera descriptiva las diferencias entre las personas que pertenecen a hogares con problemas de adicciones y aquellas en las que no los hay. Evidenciaron que en los primeros existen más posibilidades de sufrir inconvenientes de salud física o psíquica, déficit en recursos cognitivos y una percepción menor de apoyo social, funcional y estructural.

En el mismo sentido, en la investigación se visualizó que el alcoholismo es un promotor de violencia, de rupturas familiares, de pérdidas laborales, de patrones de hábitos que se perpetúan de padres a hijos. Por esto se destacó que el impacto emocional y social afecta a todos los integrantes de la familia, no sólo al consumidor problemático.

Más venta de drogas ilegales

El informe concluyó que en el período estudiado (2010-2016) se observó un importante incremento en el registro de venta de drogas en los barrios. Esto se visualizó a través del aumento de la proporción de hogares que percibió de manera directa o indirecta que en su calle, manzana o vecindario se venden drogas ilegales. A fines de 2016 esta percepción se dio en cinco de cada diez hogares.

En cuanto a las regiones del país donde se visualizó este aumento en la venta de sustancias, se destacaron las regiones urbanas de mayor concentración de población, es decir el Área Metropolitana, la pampeana y las provincias del norte. Del otro lado, Cuyo fue una de las regiones donde bajó esta problemática respecto de los resultados de encuestas anteriores.

Los hijos de la adicción

A 80 recién nacidos se les detectó, mediante un nuevo test de orina, la presencia de restos de marihuana, tranquilizantes y cocaína (la que más prevalece). El alcohol, el mayor flagelo, no puede detectarse.