El sentimiento que genera la banda rockera en la provincia es más fuerte que cualquier condición climática. El frío no fue impedimento para que el público mendocino se hiciera presente en El Santo y, como si fuera un ritual, los alrededores del Estadio se fueron copando de a poco con banderas, cantitos, venta de remeras y jóvenes con un solo fin: volver a disfrutar de su banda de rock.

Sin embargo, antes de que saliera a tocar la 25, para la sorpresa de muchos apareció teloneando la banda porteña Barrios Bajos, que presentó algunas de sus canciones. Es digno de señalar la buena actitud de los integrantes de la banda proveniente de Laferrere, que decidieron parar unos minutos su recital cuando se produjo una pelea entre dos personas del público. “Cuidémonos entre nosotros, venimos todos a ver a La 25 y a pasarla bien, che”, sentenció el cantante de la banda, tomando conciencia de la responsabilidad que tienen los artistas arriba del escenario.

El Santo estaba colmado de banderas y calor humano. Ya había pasado Barrios Bajos y la ansiedad de la gente se transmitía en cantitos que coreaban a gritos. Cuando los relojes denunciaban una hora de atraso según lo previsto, se prendieron las luces y aparecieron los músicos tocando los primeros acordes de “Adicción” para la locura del público, que disfrutó de un gran show, donde pudieron escuchar canciones actuales de la banda, como “No pares” y “Cruz de Sal”, y otras más antiguas como “Barrio Viejo”, “Mil Canciones” y “Hasta la Victoria”.  Antes de despedirse, Junior, el cantante de La 25, dijo a su público: “Qué lindo es volver a Mendoza, sigan así, muchas gracias por todo esto”. La noche fue una fiesta y La 25 dejó una vez más en claro que así es el rock and roll.