“YPF se prepara a encontrar la manera de seguir desarrollando el proyecto con o sin la presencia de Vale”, señaló ayer contundente el CEO de la petrolera, Miguel Galuccio, en una conferencia telefónica con inversores privados. La minera brasileña comunicó anteayer su decisión de suspender las inversiones en la construcción del yacimiento Potasio Río Colorado, en la localidad mendocina de Malargüe, bajo el argumento de condiciones económicas desfavorables. Ayer, la compañía dio un paso más en su decisión, al informar de su salida a sus proveedores. La frase de Galuccio no solo buscó transmitir tranquilidad a los inversores: existiría un plan concreto para continuar con el proyecto. El gobernador de Mendoza, Francisco Pérez, se sumó al CEO de YPF. El mandatario aseguró que el área se desarrollará “aun sin Vale” y admitió la posibilidad de que Nación y las provincias participen con algún inversor privado. En tal sentido, se encuentran en danza inversores privados como Mubadala (de Abu Dhabi) y una firma canadiense-australiana.

La operadora brasileña llevaba adelante la construcción de un yacimiento para la producción de cloruro de potasio, con una capacidad proyectada de 4,3 millones de toneladas por año. La obra debía estar finalizada a mediados del año próximo, pero desde diciembre último los trabajos están paralizados. El gobierno mendocino había coordinado con la empresa, en dos oportunidades, una fecha para el reinicio de las obras, e incluso se la apercibió por abandono de la concesión. Vale solicitó una serie de exenciones tributarias para continuar con las obras, debido a un supuesto encarecimiento en los costos: pago con bonos de deuda externa a valor nominal, recuperación anticipada del IVA, eliminación de las retenciones al cloruro de potasio y reducción de los compromisos de inversión ante las diferentes jurisdicciones. Esto hubiese implicado un aporte estatal de aproximadamente 30 mil millones de dólares en el curso de dos años, señala un comunicado oficial.

La salida de Vale fue pregunta obligada en la teleconferencia que el CEO de YPF mantuvo con inversores interesados en la petrolera. “La decisión está del lado de Vale. Nosotros planeamos desarrollar esa área y podríamos continuar desarrollándola con ellos o por nuestra cuenta”, reiteró el presidente, sin dar precisiones –aunque le fueron solicitadas– sobre las opciones. “El área es muy alentadora. Creo que ahora, con el nuevo precio de extracción, tenemos todas las condiciones para acelerar el desarrollo del área”, agregó. Desde el gobierno nacional deslizaron la posibilidad de tomar las riendas del proyecto, y el gobernador mendocino incluso habló de nuevos socios para el Estado, aunque reconoció que antes será necesario reformular el plan original. El director de Minería de Mendoza, Carlos Molina, informó que la firma de Abu Dhabi, Mubadala, está interesada en invertir en Vale para asociarse al proyecto de explotación. “Hemos ofrecido a Vale socios estratégicos interesados en traer dinero”, manifestó Molina, quien deslizó como segunda opción una empresa canadiense-australiana.

La comunicación de Vale es entendida por algunos actores de la actividad como una manera de forzar la negociación por parte de la minera. Sin embargo, desde el gobierno nacional, con los gobernadores de las provincias involucradas, comenzaron los contactos para buscar una alternativa que evite el despido de los casi 6.000 trabajadores directos e indirectos que la propia compañía reconoce emplear. En ese sentido, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, mantuvo contactos telefónicos con el gobernador Pérez; con el de Río Negro, Alberto Weretilneck, y con el de Neuquén, Jorge Sapag. El objetivo es coordinar una reunión con los mandatarios y la empresa para encontrar una solución que evite los despidos, confirmaron en esa cartera. Por su parte, varios sindicatos advirtieron que se movilizarán en todo el país en caso de que Vale no cumpla con sus compromisos.