Entre las principales modificaciones que se  realizarán al nuevo estatuto universitario se cuentan: la elección directa de autoridades, la modificación de los mandatos y la incorporación de la visión y misión para la Universidad más acordes con los tiempos actuales. Aportes históricos en la democratización de la educación superior pública y gratuita. Los estudiantes que consultó Edición Cuyo, coinciden en esta mirada aunque con diferentes matices. La mayor participación estudiantil es el reclamo que aún prevalece.

En la mañana del lunes 25 de marzo, la Asamblea logró el quórum necesario para sesionar en el Salón de Grado ubicado en la Facultad de Ciencias Económicas y definió en primer término que las votaciones del cuerpo no serían secretas sino públicas. La votación central estuvo enfocada en la reafirmación de la voluntad de reforma, en el marco de la propuesta planteada por el rector Somoza, que manifestó de manera contundente en 161 votos a favor y 17 en contra. Hasta el momento se continúa sesionando sobre el resto del articulado.

OPINAN LOS ESTUDIANTES

Pablo García (Estudiante de 3er año de la carrera de Sociología, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Agrupación Rodolfo Walsh): “La reforma es saludable para la vida política e institucional de la universidad. La elección directa de las autoridades, la inclusión de la visión y misión del Plan Estratégico, y los cambios sobre la durabilidad de los mandatos apuntan a fortalecer un proyecto de universidad consolidado a lo largo del tiempo, donde los diferentes actores ingresen al juego de la política y de la vida institucional para posicionarse. Es muy positivo que queden claros los proyectos de los candidatos a ocupar lugares de poder dentro de la universidad, que por la metodología actual terminaban un poco ocultos".

"Pero hablando del claustro estudiantil, considero que no se nos ha hecho parte como debería serlo. La reforma no representa en gran medida muchas de las reivindicaciones históricas que tenemos los estudiantes. Por eso pedimos que se siga profundizando la discusión. Lo que hace falta en estas condiciones es mayor representatividad del claustro estudiantil en los diferentes Consejos, la Ley de Educación Superior dice que la representación de los docentes tiene que ser del 50 por ciento; menos de eso, no. Hoy está entre el 56 y el 58 por ciento, dependiendo de la ponderación. Sin embargo, los estudiantes  somos el 24 por ciento, debemos aumentar este número porque somos la inmensa mayoría de la comunidad universitaria. La opción de turnos de cursado para aquellos que trabajan es otro tema que debe discutirse y encaminarse a ser resuelto, si lo que queremos es una universidad más democrática”.

Marcos Escudero (Estudiante de 3er año de la carrera de Contador Público Nacional, Facultad de Ciencias Económicas. Agrupación ACE): “Hace ya más de cinco años que desde ACE presentamos un proyecto adelantándonos a la reforma del estatuto para poder democratizar la elección de rector y decanos, pero en ese momento los responsables no nos escucharon. Por supuesto que apoyamos una reforma en este sentido, siempre defenderemos la democratización del sistema universitario. El hecho de que aspirantes a rectores y decanos puedan hacer campañas sobre sus proyectos de gestión elaborados en base a cuatro años, que puedan convencer a los alumnos, es muy beneficioso. Como pioneros nos sentimos contentos, pese a diferencias en cuestiones más específicas, en las ponderaciones y demás”.

Estefanía Villaruel (Estudiante de 5to año de la carrera de Contador Público Nacional, Facultad de Ciencias Económicas. Agrupación Franja Morada): “Desde el 27 de diciembre, fecha en que el Rector nos invitó a conocer el proyecto, hemos analizando con mis compañeros puntos por punto de los articulados de estatutos de otras universidades y, por supuesto, de esta. Hemos entendido la necesidad de reformarlo porque en muchos aspectos es anticuado y la idea es siempre progresar. Pero no estamos de acuerdo en la parte donde se vulnera la autonomía del cogobierno universitario, donde se violan derechos de la universidad y sobre todo del estudiantado. Se viola cuando establece que el Consejo va a tener la posibilidad de reconocer centros de estudiantes y federaciones, esto significa que va a tener la posibilidad de reconocer solo a aquellos que le sean afines al poder de turno.

"No tenemos grandes expectativas porque muchas veces nos han prometido una asamblea que considere y contemple las necesidades estudiantiles, esta no la representa así que la seguimos esperando. Lo que salieron a decirle a los chicos sobre que van a tener la posibilidad de elegir rector no es cierto, cuando sacás cuentas sobre los representantes en los Consejos te das cuenta.

"Tenemos esperanza de que el Rector realmente considere los reclamos de la comunidad estudiantil en su conjunto, no solo de la Franja Morada, de todos. Hasta las que nuclea la Federación Universitaria de Cuyo”.

Julio Fernández (Estudiante de 4to año de Historia, Facultad de Filosofía y Letras. Agrupación Osvaldo Soriano): “Celebramos la reforma porque consideramos que es un paso sustancial en la democratización de la universidad. Si bien no tiene un anclaje directo en la mayor participación estudiantil, es muy valiosa en cuanto desestigmatiza la política de corte medieval al abrigo de los claustros. Y nos parece muy importante la transparencia que esto implica. Nos mueve mucho pesar que los docentes titulares van a tener que pasar haciendo campaña por los cursos, hablando con los estudiantes, con los no docentes y con los graduados. Es la mejor parte de esto, abre las expectativas para trabajar en futuros candidatos que sientan la obligación de trabajar para los estudiantes y de cambiar lo que aún falta.

"El segundo cambio, el de la incorporación del Plan estratégico,  es importante porque pone a la universidad en otro nivel de discusión política y territorial. Básicamente es la incorporación de la idea de autonomía con pertinencia social y regional. Es muy importante que tenga una vinculación real con Mendoza, con la sociedad mendocina, con estudios permanentes a la hora de abrir carreras, con consultas permanentes con las organizaciones sociales, religiosas, sectores empresariales. Esto es lo que se tiene que seguir haciendo para que la universidad no sea gobernada por la élite. Hoy solo una minoría privilegiada vota al rector, al decano, a los profesores titulares. Hay que terminar con esto, para devolverle a la sociedad lo que cada día aporta por esta universidad.

"Hay que destacar el curso de esta asamblea que ha dado lugar a la reforma. La participación de los estudiantes, una fiesta democrática, y más teniendo en cuenta que se ha llegado a reformar el estatuto, que es lo máximo a lo que pueda aspirar una asamblea universitaria”.