El documental dirigido por  Néstor "Tato" Moreno nos adentra en la cotidianeidad de aquellos que dedican su vida  a la ganadería. Los Parada  son una familia de gauchos del sur mendocino. Mientras él, Eliseo Parada, se dedica al trabajo con los animales, Juana, su esposa cocina pan casero esperando que vuelva a casa. Tienen dos hijos, José Abel acompaña al padre en aquella labor y Facundo que decidió dejar su Malargüe natal para migrar hacia la ciudad a estudiar en la universidad.

El campo ya no es solo jarilla y kilómetros de tierras deshabitada. El paso del hombre se ve en las rutas y la urbanización. Los protagonistas cuentan como esto ha dificultado el arreo. Además deja ver el lado ingrato de esta labor, como lo son el mal pago por parte de las industrias dedicadas a la faena y las veces que el clima juega en contra.  

Los animales son los otros protagonistas de este film. La cámara los toma durante largos segundos provocando un suspiro conjunto en los espectadores. Otro momento que se da para los comentarios entre quienes lo miran es cuando el pan recién horneado se pone sobre la mesa, símbolo con el que se identifican muchas familias. 

La radio juega un rol fundamental. Acompaña a quienes estan solas bordando en sus hogares, los vecinos lo usan para saludar a ese ser querido y hasta una hija le avisa a su madre, a kilómetros de distancia que se encuentrra bien de salud. Aquí el internet no llega, pero a los lugareños parece no importales. 

Con la jerga propia y entre tonada y tonada, el film que no revela en una hora y media el trabajo de años que de a poco se acerca a su extinción. Planos de la extensa patagonia donde las montañas lucen majestuosas y tomas en la que muestra las rutinas gauchas, como la típica siesta menduca o los fogones a la luz de la luna. El paisaje mendocino se luce: montañas, rios, cerros, cabras; pero por momentos las tomas se hacen cansadoras y aburridas. 

Si todavía no la viste podés hacerlo en cine Universidad el martes 13 a las 21, con una entrada de $40.