Sin dudas que, desde 2015, el futbol de salón de Mendoza ha llegado a la cúspide nacional. No sólo por las buenas actuaciones de sus clubes en los torneos nacionales, sino también porque con la obtención del campeonato argentino de ese año, rompió con una sequía de 8 años sin títulos a nivel selección provincial.

Y uno de los artífices de este momento de la selección de Mendoza es Armando Corvalán. El actual DT de la Borravino consiguió el bicampeonato en el certamen que finalizó el sábado 28 de mayo, en el estadio de Andes Talleres.

“Respecto al torneo pasado creo que este fue de mejor nivel futbolístico, habían mejores equipos. El marco de la gente cambia mucho, nosotros jugamos en Posadas el año pasado, y el partido en que más gente hubo fue la semifinal Corrientes vs. Posadas, y no habían más de 700 personas. Y acá nos encontramos con más de 2000 personas todos los partidos y es lindo. El sábado – la final- cerraron las puertas, no dejaron entrar a nadie más, eso es muy lindo porque es aliento para vos”.

En su análisis de la performance de Mendoza, el seleccionador afirmó que lo mejor que hicieron fue “el primer tiempo del primer partido”, contra Paraná. Después llegaría el turno de enfrentar a Ushuaia. “Fue durísimo. No existe la posibilidad de jugar con Ushuaia como lo hicimos contra Paraná. Porque las características del rival son otras y te llevan a jugar de otra forma. Se jugó por momentos muy bien, y por momentos mal”.

Luego, Mendoza tuvo que ir en busca de la victoria contra Comodoro para lograr el pase a la semifinal. Para Corvalán, el encuentro contra los chubutenses fue el mejor de Mendoza en todo el torneo, más allá de la final, porque “no habíamos tenido esa dosis de suerte que hay que tener, que sí tuvimos contra Comodoro. Faltando 6 minutos ellos se ponen arriba sin merecerlo, pero supimos sobreponernos y dar vuelta el partido”.

Y agregó: “Hay que tener en cuenta que para nosotros es como haber jugado octavos de final contra Ushuaia, cuartos de final con Comodoro Rivadavia, semifinal con Corrientes y la final otra vez con Ushuaia”.

Consultado sobre la discusión de estilos de juego, el DT fue tajante y respondió que cree “que un equipo juega bien o mal según lo que planifica para cada partido, no en función si se ve lindo o no” y agregó que “no quiero perder nunca. De esos que dicen perdimos pero hicimos un buen partido, no, yo quiero ganar siempre. Después si lográs salir campeón como juega el Barcelona es divino, pero sólo ellos juegan así. Yo prefiero que mis equipos ganen”.

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