Los hinchas argentinos que quieren ver el partido de Argentina contra Francia por los octavos de final del Mundial de Rusia 2018 están teniendo serios problemas para viajar a la ciudad de Kazán, donde será el encuentro, desde Moscú o San Petersburgo. Es que desde el miércoles no hay más lugar en vuelos, trenes ni micros. Además, las entradas pasaron de costar USD 250 a valer 1000. 

La distancia entre la ciudad de San Petersburgo y Kazán es de alrededor de 1200 kilómetros, pero en auto se extiende a 1500, que son casi veinte horas de conducción a una velocidad media de 80 km/hora. Desde Moscú, donde también quedaron muchos argentinos que no viajaron al partido contra Nigeria, es de 800 km.

En la capital rusa no quedan ni pasajes de avión ni de tren para ir hasta Kazán. Por las aerolíneas de bajo costo se conseguía un ida y vuelta por 5200 pesos, pero desde el miércoles está todo agotado. Los trenes, con un costo de $ 1300 y un viaje de 13 horas, están sold out desde el martes y ya Russian Railways anunció que no pondrá más formaciones. La opción micro tampoco es potable: las empresas Spline Trans y Autovokzaly, que hacen el trayecto en 14 horas y con un ticket de $ 1600 ida y vuelta, no tienen lugares.

Las opciones que aparecen son tres. Una es alquilar un auto por 500 dólares y sumarle a eso el costo de la nafta más peaje. El viaje desde Moscú dura 12 horas para hacer 830 kilómetros y desde San Petersburgo, 22 horas. Otra es tomar un Yandex, empresa similar a Uber, pero cobran cerca de 1200 dólares entre tres personas. La tercera opción es conseguir un particular que ponga micros.

A los problemas de conseguir pasajes en tren, avión o colectivo se les suma el de obtener los tickets para ingresar a ver el encuentro en el Kazán Arena. Además, nadie contaba con que el seleccionado clasificara segundo en su grupo, por lo que algunos ya habían comprado pases para el encuentro en Nizhni entre el primero del Grupo D, o sea Argentina, y el segundo del Grupo C. Por eso, muchos están intentado hacer un intercambio de entradas con los croatas. Otro problema es el valor de los tickets. El precio oficial iba de los 115 a los 245 dólares. Hoy se pide, en la calle y las páginas de internet, entre 500 y 1000 dólares, y con el riesgo de que no sean auténticas.