Maxi llegó a San Martín para el Torneo Federal B de Transición en septiembre de 2014. Desde entonces se ha convertido en una pieza clave en la defensa. Primero con Magistretti, después con Busciglio y ahora con Mazzola, siempre estuvo entre los 11 titulares. Junto con Cabrera y Villaseca forman parte de la columna vertebral del fútbol chacarero.

La continuidad de Sandoval estuvo en duda debido a que la buena tarea del jugador durante 2015 y 2016 despertó el interés de varios clubes y entrenadores. Pero el oriundo de Junín decidió quedarse en San Martín y nos dejó sus sensaciones: “Espero dar lo mejor de mí y que este año se nos dé lo que tanto deseamos”.

Hay motivos que van mucho más allá de lo futbolístico por los que un jugador decide seguir en un equipo de la cuarta categoría del futbol del interior. Maxi lo explicó de la siguiente manera: “Desde chico siempre soñé con jugar en San Martín, hice inferiores en el club, después me fui a Buenos Aires y mi sueño era de vestir esta camiseta”. Y agregó: “Mi abuela vive a una cuadra, no me perdí ningún partido en el Nacional B y me moría por estar dentro de esa cancha, ahora no me quiero ir”.

El objetivo de San Martín es todos los torneos el mismo, el ascenso. Por eso el defensor albirrojo no dudó ante la pregunta y recordó las emociones de la final perdida en 2015: “Apuntamos al ascenso, nos faltó muy poco el año pasado y me ha quedado la espina”. Además señaló: “Cada vez que veo las imágenes de la final me duele mucho y es algo que me va doler toda la vida”.

Por último, Maxi habló de la deuda que siente el jugador con el hincha después del último torneo: “La deuda es principalmente con el club y los hinchas”. A lo que añadió: “De pasar a jugar una final a no clasificar sentimos una deuda grande hacia la gente que siempre apoya”.

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