Antes y después: la intervención del Sindicato de Prensa

La intensidad con que hace un año atrás los trabajadores de prensa de la provincia nucleados en PeA (Periodistas en Alerta)  llevaron adelante su lucha en repudio a la conducción del sindicato y en defensa de la vigencia del convenio 17/75, provocó la intervención del gremio y habilitó nuevas expectativas.

Antes y después: la intervención del Sindicato de Prensa

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Penélope Moro

Publicado el 21 DE ABRIL DE 2012

El 5 de noviembre de 2011, el periodista entrerriano José Osvaldo Couceiro fue designado interventor del Sindicato de Prensa mendocino como resultado de  la votación unánime de los integrantes de la Fatpren (Federación Argentina de los Trabajadores de Prensa). En esa reunión los miembros de la federación avalaron las demandas de los trabajadores y decidieron el relevo de las autoridades del gremio -  liderado en ese momento por Roberto Picco - y su inmediata intervención.

Se estableció así una etapa de normalización del gremio enfocada en la recuperación de los espacios y en el rescate de la participación a través de la afiliación. El incipiente cambio revivió expectativas en el sector, y en general lo que los trabajadores esperan es “una pronta renovación del gremio”.

“Lo que se inició con la intervención fue una etapa institucional que  inexorablemente desembocará en un proceso eleccionario de nuevas autoridades, para que los propios trabajadores elijan la conducción que ellos crean más conveniente”, define el mismo Couceiro.

Pero antes de analizar lo realizado en este casi medio año de intervención, es necesario repasar los hechos que llevaron a que el Fatpren tomara cartas en un asunto que logró trascender  las fronteras provinciales.

Para abril de 2011, fecha en que explosionó la lucha de los trabajadores de radio, televisión, diarios y medios digitales de la provincia, ya era vox populi que el sindicato con Picco a la cabeza “arreglaba sistemáticamente con las patronales”, tal como sintetiza  una cronista mendocina. 

En el mismo sentido, el entrerriano detalla: “Para llegar a un proceso de intervención se tienen que dar violaciones muy grandes a las leyes vigentes y la conducción de ese momento faltaba a la legislación nacional e internacional”. Las  violaciones a las que se refiere el sindicalista afectaban derechos y garantías constitucionales de los trabajadores.

Desafiliación. Una de ellas fue la negación de la incorporación al sindicato a un grupo de más de 70 trabajadores, entre periodistas, locutores, reporteros gráficos, administrativos y personal de mantenimiento de los distintos medios locales.

“Esto viola la normativa de todo lo que es la libertad sindical y por lo tanto pactos internacionales que desde 1994 tienen rango constitucional. Significa que los convenios de la Organización Internacional del Trabajo a los cuales Argentina había adherido hace 40 años atrás eran continuamente violados por esta conducta de no permitir la afiliación”, explica a NU Digital el interventor y califica de “gravísima”  esta situación en el marco del derecho laboral.  

C.C.T. 17/75. La otra violación a los derechos de los trabajadores que provocó el inmediato repudio de sus afiliados, seguido por la decisión de intervención,  fue la firma de un convenio colectivo “a la baja”. En  concreto esto quiere decir que Picco se sentó con un grupo de empresarios y rubricó un acuerdo que para los trabajadores significaba menores salarios, peores condiciones laborales y hasta despidos en muchas de las áreas.

“Sabían que estaban violando el derecho laboral argentino que establece que cualquier acuerdo que sea por debajo del beneficio del trabajador es nulo de nulidad absoluta porque está violentando normas de derecho público”, sostiene Couceiro.  

Se trataba de un acuerdo que pretendía reemplazar el Convenio Colectivo de Trabajo 17/75, defendido por los trabajadores en sus 37 años de vigencia por no no haber alcanzado superación alguna en todo este tiempo.

Tal es así que luego de la denuncia de los trabajadores, el  Ministerio de Trabajo de la Nación resolvió la no homologación del nuevo convenio por considerar que “viola normas de derecho público”.

Para reflejar la importancia de la vigencia del C.C.T 17/75 nada más claro que las palabras brindadas por el periodista Alejandro Peralta a la Red Eco Alternativo en una entrevista enmarcada en pleno conflicto:

“Este Convenio Colectivo de Trabajo se origina en la Escuela Superior de Periodismo, que fue cerrada por la dictadura en 1975 y era para la época novedoso y transgresor (…) Este convenio con sus modificaciones ha venido rigiendo las cuestiones gremiales de los trabajadores de prensa. Incorporaba no solo a los periodistas sino a los compañeros de mantenimiento, de equipamiento, de administración de los medios gráficos y electrónicos; entonces esta movilización es un homenaje a todas aquellas personas que antes, durante y después de la dictadura trató de mantener este convenio”.

La intervención. La Fatpren decidió la mediación con la intención de dar respuestas estructurales a la situación de irregularidad acaecida sobre el Sindicato de Prensa mendocino. Tal como explica más arriba el interventor, el  objetivo principal es “normalizar” el gremio para que los trabajadores elijan democráticamente un nuevo representante general.

Couceiro sostiene que antes de llegar a esa etapa fundamental en la vida de un sindicato, “hay que ir atravesando cuestiones prioritarias que no resultan demasiado sencillas ante tantas irregularidades acontecidas”. Entre las prioridades menciona una nueva campaña de afiliación, la renovación de la imagen degastada del gremio, la reincorporación de varios trabajadores despedidos y la resolución de problemas salariales.

Pero el mayor énfasis que la intervención pone en esta primera fase está puesto en la conformación del cuerpo de delegados. “Es inconcebible que los trabajadores de prensa no tengan representación gremial en sus lugares de trabajo porque la misma ley dice que donde hay 10 trabajadores como mínimo y 50 como máximo debe existir un delegado”, señala el periodista.

En la actualidad, dentro de cada medio de la provincia está en marcha el proceso de elección de delegados que luego constituirán un cuerpo destinado a optimizar la representación de los trabajadores dentro del mismo sindicato, según explica el referente. Desde la Fatpren estiman que las votaciones se terminarían de instrumentar en el transcurso del mes de mayo. Y que hacia finales de año podr{ia elegirse la nueva conducción.

Para el gremialista la conformación del cuerpo de delegados es un punto  central dentro de la intervención, porque “además de otorgar mayor representatividad al trabajador, le da dinámica a la organización gremial  a la vez que se fusiona orgánicamente en conjunto”.

“Unidad, solidaridad y organización”, son las tres características que Osvaldo Couceiro destaca hacia el final de esta nota sobre la lucha dada por los integrantes de PeA en defensa de sus derechos laborales y con el fin de provocar lo que podría entenderse en términos positivos como un giro dentro de la historia del Sindicato de Prensa de Mendoza. 

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