Mirarse, fantasear, desearse, iniciar un vínculo afectivo. Ese comienzo es una bomba de sensaciones de todo tipo, pero, ocasionalmente, hay temas que frenan esa explosión y desinflan ese globo. En el caso de las parejas, la relación cae en picada. Ese tema, muchas veces, es la política. En Argentina, la grieta ha sido un termómetro que ha determinado los vínculos. En mayor o menor medida, los amores, las familias, los círculos de amistades y hasta el mundo laboral han caído en una discusión que termina enemistando a las partes. Un estudio reciente indagó sobre cuánto la polarización termina influyendo en las relaciones. Los resultados abren nuevos interrogantes y generan una inusitada expectativa hacia un camino desconocido.

“Detectamos una caída significativa de las personas que permiten que las diferencias políticas afecten sus relaciones personales”, indicaron desde el observatorio Pulsar, de la UBA, que difundió su informe 2024 sobre Creencias Sociales con foco en la democracia y los consensos, con un valor agregado: haber preguntado lo mismo hace un año. En 2023, año electoral en el que elegimos nuevo presidente y el debate político tuvo un ríspido protagonismo en todos los tonos posibles, Pulsar.UBA indagó sobre el impacto de la política en las relaciones personales. El resultado, relevado antes de las PASO, cuando Javier Milei y La Libertad Avanza todavía eran un “fenómeno”, fue que casi la mitad de los entrevistados condicionaban sus relaciones personales a las diferencias políticas. En su momento, una de las conclusiones fue que, si bien hay valores y consensos compartidos en la sociedad, como lo es vivir en democracia, “las distintas visiones sobre la política tienen una incidencia significativa en la forma en que nos relacionamos”.

Hoy, el panorama parece haber cambiado. En el relevamiento de 2023, el 47 % de los consultados aparecían condicionados por la polarización. Este 2024, ese porcentaje cayó al 41 %.

“Es un cambio que sugiere una posible reducción de la polarización en la sociedad”, publicaron en el resumen del informe. “En este sentido, esta variación sugiere que menos personas están dejando que las diferencias políticas definan sus relaciones personales, lo que podría ser indicativo de una mayor apertura y tolerancia hacia las opiniones políticas diversas o una etapa de transición hacia nuevas identidades que definan, en un futuro, una nueva polarización”, agregaron. Para las y los autores del estudio, en principio, los datos arrojan “más interrogantes que respuestas”.

Datos que emparejan

“Cuando nosotros combinamos la variable condicionada por la polarización, lo que queremos ver es en qué medida la política se mete en la vida privada de las personas, y nos damos cuenta de que no, no se mete. Eso, creo, es un valor de la sociedad política argentina actual”, explicó a pagina12.com.ar Facundo Cruz, coordinador general del equipo Pulsar.UBA.

Veamos los números

Recapitulando, el informe destacó: “Es probable que estemos ante una transición en el sistema de creencias que aún no definen nuevas identidades políticas. Viejos términos y conceptos pierden su sentido, ya no distinguen o diferencian. Menos polarización, proceso de pulverización y ¿nuevas identidades políticas?”.

Poner en valor

El estudio sobre Creencias Sociales también indagó sobre la siguiente consigna: “Se puede saber si una persona es buena o mala por sus opiniones políticas”. Las respuestas, en las que casi el 80 % no coincide con esta acepción, abren cierta expectativa que va de la mano con los porcentajes de polarización a la hora de elegir pareja.

Siguiendo estos números, las afinidades ideológicas partidarias no nos determinan a argentinos y argentinas a la hora de valorar a una persona. Hoy, con el nivel de virulencia que se observa en el debate público, es una buena noticia.

Este es el informe completo de Creencias Sociales 2024

Creencias Sociales 2024 - P... by Ezequiel Derhun