"Se necesita arte para hacer humanamente practicable lo que es políticamente justo”.
Bertolt Brecht.

La carencia de conciencia de clase, en la que opera fuertemente la alienación producida por las estrategias de dominación capitalista, ha generado en la sociedad una fragmentación que, en el tiempo, ha dado al individualismo un poder inusitado.

El artista, como cualquier otro trabajador o ciudadano, no se puede evadir de su contexto cultural, económico y político. Sin una toma de conciencia acerca de su papel dentro del proceso productivo, se diluye la posibilidad de pensar en una sociedad que participa en los procesos tendientes a una transformación social radical. Esto, junto con la indignación generada por la disconformidad con las políticas culturales estatales, fueron los motores que dieron forma al colectivo militante Artistas Mendocinos Organizados.

En enero de 2012, más de 150 trabajadores del arte, entre quienes encontramos a emergentes y consagrados, académicos y populares, se reunieron “con el fin de incidir activamente en el ámbito cultural mendocino, con el objetivo de posicionar al artista visual dentro de las políticas culturales como un trabajador, incluyendo todos los derechos que esta figura exige. Y con la inquietud de denunciar el vacío existente en las actuales políticas culturales, las pocas expectativas de crecimiento profesional dentro de la provincia y el mal trato generalizado a los artistas locales”, cuentan la fotógrafa Soledad Manrique Goldsack (en vivo) y la performer Inti Pujol (desde La Plata), dos de las artífices del colectivo que, sin dejarse apabullar por los prejuicios de aquellos abatidos por la frustración, reaviva hoy la llama de la militancia en el arte.

Impetuosas y vehementes luchadoras, las jóvenes nos hablan en esta entrevista del nacimiento de la asamblea, sus integrantes, sus demandas, sus necesidades, de las estrategias y acciones ejecutadas y de las repercusiones. Estos son, reconocen Pujol y Manrique, apenas los primeros pasos de un camino que, destacan, “necesita sostenerse en el tiempo”.

¿Cuál fue la mecha que encendió Artista Mendocinos Organizados?

La asamblea surgió de manera unívoca y espontánea a partir de la comunicación recíproca a través de las redes sociales. Un grupo de artistas visuales, diseñadores, historiadores y gestores culturales comenzaron a notar que ese descontento y la preocupación por las políticas culturales de Mendoza, que cada uno tenía desde su experiencia personal, constituían una sensación de malestar compartido. Entonces, movilizados por la preocupación que generaron las designaciones de cargos públicos (particularmente los de la directora del teatro Independencia y el Espacio Contemporáneo de Arte), comenzamos a compilar notas periodísticas, a intercambiar experiencias, a analizar el estado de las instituciones artísticas y la debilidad de las políticas culturales aplicadas en el medio artístico. Además de las asambleas, se conformó en Facebook el grupo Artistas Mendocinos Organizados, que hoy tiene 1.240 miembros.

¿Cuál es la dinámica de AMO? Entiendo que manejan un sistema de asambleas… 

Así es. Tomamos la iniciativa de conformarnos como asamblea de autoconvocados para, de este modo, plantear acciones que permitan hacer extensivas nuestras preocupaciones y propuestas, así como dar a conocer nuestro punto de vista como hacedores culturales y como ciudadanos de Mendoza.

¿Cómo se organizan?

En el proceso asambleario decidimos armar comisiones o grupos de trabajo que se encarguen de las distintas actividades, para poder conducirse con mayor organización y poder ocuparse de las distintas tareas propuestas. Algunas de estas comisiones fueron: Carta a la Ministra y Situación Institucional, Gestión Legal, Prensa y Difusión, Acción Artística, Derechos como Trabajadores, Puesta en Valor y Refuncionalización de la Sociedad de Artistas Plásticos de Mendoza,  Vinculación con Otras Manifestaciones Artísticas de Mendoza, Blog o Página Web para la muestra de trabajos de cada Artista. Las comisiones son coordinadas por Soledad Manrique Goldsack.

¿Cuáles fueron las problemáticas que emergieron con el nacimiento del grupo? 

Desde la primera asamblea organizada el 6 de enero del año pasado y las cuatro que siguieron, AMO ha planteado y tratado temas que contemplan desde asuntos que tienen que ver con la acción cultural del Estado hasta con acciones propias de los artistas involucrados. Entre los temas más relevantes, están el conseguir la personería jurídica del movimiento; la recuperación de la Asociación de Artistas Plásticos; la creación de un Instituto de Artes Visuales; educación y perfeccionamiento artístico; reflotar la Ley de Mecenazgo, es decir, la canalización de aportes económicos privados mediante el pago de impuestos para el desarrollo y fomento de actividades artísticas; presupuesto participativo de Cultura; relevamiento de espacios públicos y privados y el reclamo sobre los presupuestos inexistentes para entidades.

Vaya que tienen un largo camino por recorrer. ¿De qué modo  se arma AMO un panorama certero de la situación del arte y sus hacedores en Mendoza?

Activamos varios mecanismos, entre ellos, la elaboración de encuestas para conocer la situación general de los artistas; la inclusión de personas no artistas que trabajan en la cultura, como historiadores del arte, gestores, museólogos, galeristas, periodistas y la conexión con otras entidades de artistas organizados. En este sentido, también impulsamos la formación de la Comisión de Diagnóstico Institucional, público y privado, destinada a organizar y desarrollar las instancias de relevamiento territorial y de diagnóstico institucional necesarias para el desarrollo de los objetivos de la red de museos y espacios culturales.

También priorizaron la denuncia de las deficiencias de los espacios estatales de la provincia. ¿En qué consisten, en rasgos generales, esos reclamos?

El emergente más fuerte es, quizá, la falta de inversión en el Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza (MMAMM), el Espacio Contemporáneo de Arte (ECA) y el museo Emiliano Guiñazú-Casa de Fader, y la deficiencia en las direcciones de contenidos. Para esto se  necesita un plan institucional, no meros cambios de dirección.

Puntualicemos ahora en el caso ECA. ¿Cómo plantearon lo que para ustedes requiere el espacio?

Se le envió al director del espacio, Alfonso Conrado García, una carta-diagnóstico donde describimos de manera profunda los pros y los contras de la institución a nivel de personal, equipamiento, espacio físico e infraestructura, presupuesto, cobertura de gastos y montaje, producción y traslado de obra –con lo que consideramos surge el programa Quesada–; investigación, programación, guiones curatoriales, integración con el campo del arte local y nacional, relaciones institucionales, impacto en el campo del arte y en la sociedad mendocina. Allí hablamos también acerca de los tratos que se establecen con los artistas expositores (requisitos exigidos para exhibición).

¿Tuvieron alguna respuesta del director?

Sí, unos meses después envió una respuesta, en la que habló de que iniciarían los trabajos de refacción de la instalación lumínica, baños, mejoras del frente, trabajo administrativo de recuperación de salas para exposición, bases para esculturas, campanas de vidrio y paneles de exhibición, y la construcción de un sector audiovisual. También habló de la puesta en funcionamiento de la biblioteca Quesada, algo que había surgido de AMO, y reconoció que, para dar cobertura de gastos de montaje, producción y traslado de obra, hiceron el programa "Quesada". Igualmente, consideramos que la respuesta fue un poco superflua y que no cumple con la altura del compromiso de reclamo que realizamos.

Hablaron recién del programa Quesada, que implementó Cultura y en el que, según me explican, tuvieron una gran incidencia sus aportes a la hora de generarlo. ¿En qué consiste?

"Quesada" es un programa de incentivo económico (prevé 500 o 1000 pesos, según corresponda al proyecto a expone) que sirven, como cita este documento del ECA, “para el desarrollo de las obras, la generación de clínicas y talleres para el desarrollo y la reflexión crítica de los artistas, la utilización de espacios acondicionados para una correcta exposición de los trabajos realizados y la correspondiente documentación y difusión de los hechos artísticos. En teoría, las propuestas artísticas son seleccionadas por un consejo consultivo compuesto por cinco artistas  consagrados  e instituciones y asociaciones de la cultura mendocina, como la Sociedad de Artistas Plásticos, de la cual formamos parte. Este punto nunca se concretó, pues solo se realizó una reunión. De todas maneras, el director del espacio afirma tener la última decisión con respecto a los proyectos, cosa que, a nuestro criterio, hace poco efectivo el consejo y el jurado pago.

Tengo entendido que también hicieron llegar sus inquietudes y sugerencias respecto del espacio Le Parc. ¿Es así?

Exacto: consideramos oportuno, como agrupación de artistas mendocinos organizados y autoconvocados, elevar a las autoridades y responsables del proyecto nuestras necesidades como artistas plásticos y visuales dentro de los requisitos básicos que debe contemplar un espacio propuesto por el Ministerio de Cultura, para poder efectuar nuestra tarea de manera responsable y profesional. Si tenemos en cuenta el sistema de designaciones de funcionarios y directivos en el Ministerio de Cultura, creímos necesario que el centro Le Parc iniciara sus actividades de la mano de gente idónea. Para ello se hicieron sugerencias de carácter técnico y funcional del espacio, en detalle, formalizando las necesidades básicas de exposición. En cuanto a la organización de las áreas en materia de artes visuales, enviamos propuestas de formalización de sectores específicos: de Arte Contemporáneo (pintura, grabado, dibujo, fotografía), Esculturas, Instalaciones, Exposiciones Itinerantes, Sector de Apoyo al Área de Exposiciones (montajistas, personal idóneo), Administrativo, Depósito con Aislación Térmica y de Humedad, de Apoyo de Equipamiento (técnicos, personal idóneo), de Biblioteca Multimedia, sector de venta de libros de arte y sala de conferencias. Lamentablemente, nunca obtuvimos ninguna respuesta al respecto.

Otro de los temas en los que AMO viene trabajando fuerte es el sobre el estado del Fader. Sabemos que sufrió graves daños estructurales con el terremoto de 2012 y que comporta actualmente ciertas irregularidades. ¿Cuáles han sido las estrategias de la asamblea en este sentido?

Nosotros venimos denunciando y trabajando sobre el tema desde marzo del 2012, antes del temblor. En primer lugar, dirigimos una carta a la ministra de Cultura Marizul Ibáñez en la que le manifestamos, entre otros temas, nuestra gran preocupación por el estado institucional del Museo Casa Fader. Destacamos su falta de inversión en infraestructura, el abandono de la obra de ampliación, su carencia de programación, la inexistencia de un área de conservación y restauración y los programas pedagógicos, elementos fundamentales para que un Museo Provincial se precie de tal, puesto que los ítems señalados son los que exigen las normas universales del ICOM (Consejo Internacional de Museos). Además, el Museo Casa Fader y su colección son uno de los principales patrimonios históricos de la provincia y del país, por lo que es nuestro deber como hacedores culturales y ciudadanos mendocinos reclamar por el cumplimiento de las leyes de resguardo patrimonial y el cuidado de la obra y de la institución museística. Pero no obtuvimos respuesta alguna.

Pero lejos de claudicar, fueron a por más…

En abril de este año le mandamos una carta a Paco Pérez en la que le solicitamos tenga en consideración la situación patrimonial de emergencia que está atravesando el Fader. Este es parte del cuerpo de la carta: “En la actualidad, el museo tiene clausuradas dos salas, no se puede ingresar por el hall de entrada, hay una fisura en uno de los murales de Fernando Fader, grietas en las paredes, el acceso restringido a 15 personas por vez y la partida de la Asociación Amigos de Fader. Una situación que se considera en estado de emergencia y que el Ministerio de Cultura, la Dirección de Patrimonio Cultural y Museos y la Subsecretaría de Obras Públicas deberían priorizar en su agenda debido a la urgencia que atraviesa uno de los principales edificios patrimoniales de Mendoza, incluyendo la valiosa Colección de Fader que allí se encuentra y sus jardines con esculturas”.

¿Cuál es el estado actual de las cosas?

Si bien aún no hemos tenido una respuesta oficial, nos informaron que la nota está movilizándose. Y que la arquitecta Silvia Salustro, que trabaja en Patrimonio y que se ha hecho cargo del asunto junto con Gastón Alfaro, director, están analizando la obra con gente de la Universidad Tecnológica Nacional. Por nuestra parte, seguiremos atentos al recorrido del expediente y, si no responden, acudiremos al Consejo Federal de Inversiones, que son los que otorgan el dinero para esas cosas.

Para finalizar, me gustaría que hicieran un racconto de los logros de AMO, que no son pocos…

Sí, hay que mirar para adelante. Desde nuestro nacimiento, podemos resaltar la reivindicación del artista como trabajador a través de la construcción de una herramienta gremial: la creación, en 2012, del Primer Foro Provincial de Políticas Culturales; hemos avanzado en la discusión, conocimiento y desarrollo de herramientas legales laborales; la implementación del Programa Quesada. Podemos destacar también la obtención de beca grupal del Fondo Nacional de las Artes (FNA), el desarrollo de cuatro residencias y la creación de la Biblioteca Virtual. Y algo fundamental, a un nivel más profundo: la visibilización, discusión y socialización de las problemáticas culturales vinculadas a las artes visuales en Mendoza y a nivel nacional , lo que nos ha llevado a ser convocados por el FNA al lV Encuentro de Artistas Visuales y Curadores con proyectos colectivos de gestión, organizado conjuntamente por el Fondo Nacional de las Artes y el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, que será a la vez escenario del encuentro, a realizarse el sábado 6 de julio.