El balotaje o segunda vuelta, un sistema que surgió en Francia, fue adoptado por muchos países de  América Latina, aunque con distintas particularidades. De acuerdo con un artículo publicado por el constitucionalista Daniel Sabsay titulado “El ballotage, su aplicación en América Latina y la gobernabilidad”, los países de la región comenzaron a adoptar este sistema con el advenimiento de las democracias, a fines de la década del 70. Algunos de los estados que adoptaron el sistema fueron Argentina, Colombia, Ecuador, Perú, El Salvador, Guatemala, Haití, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.

Sabsay explica en su trabajo que la instalación de este sistema en América Latina configura una búsqueda de nuevos mecanismos para asegurar el imperio del derecho y la gobernabilidad en el interior de las nuevas democracias, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de estos estados sufrieron golpes militares. “El ballotage aparece como uno de los elementos que han sido pensados como anticuerpos válidos para hacer frente a las causas que tradicionalmente han acompañado la descomposición del sistema democrático en América Latina”, señala en el escrito.

Sabsay detalla que los resultados de la puesta en marcha del sistema aún son difíciles de medir, teniendo en cuenta que en la mayoría de los estados Latinoamericanos su aplicación es reciente o que utilizaron la segunda vuelta en contadas ocasiones.

Existen tres mecanismos para realizar la segunda vuelta. En el primero, pasan los candidatos más votados al balotaje y se decide por simple mayoría quién gana. En el segundo caso, si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta, es decir más del 50 %, se realiza la segunda vuelta entre los dos candidatos más votados. El  tercero contempla requisitos para concretar el balotaje, como sucede en Argentina, donde gana en primera vuelta el candidato que obtuvo más del 45 % de los votos, o el 40 %, pero con una diferencia de 10 puntos respecto del segundo; de lo contrario, hay balotaje.

La mayoría de los países de América Latina se inclinaron por la segunda forma de balotaje, es decir, el sistema del 50 % que rige en Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Perú, República Dominicana y Uruguay. Argentina optó por el segundo mecanismo, es decir, el que contempla requisitos para realizar la segunda vuelta.