El miércoles 27 de junio por la tarde se realizó la inauguración de la Cumbre que reúne a agrupaciones y asociaciones sociales y civiles de los países que integran el bloque del Mercosur, contó con la participación de miles de militantes del proyecto nacional y popular que impulsa la presidenta Cristina Fernández y de los contingentes llegados de distintos puntos de América Latina.

El estadio lasherino lució durante la primera jornada del encuentro entre pueblos, un arco iris de colores por las banderas de las diversas agrupaciones y delegaciones apostadas en las gradas. El apoyo popular al contigente paraguayo que visita Mendoza por estos días se hizo sentir durante todo el acto. Más aún cuando el mandatario provincial repudió enérgicamente “a los golpistas que piensan que aun se puede ejercer la impunidad sin pagar las consecuencias”.

Pérez dijo que la pérdida de las garantías democráticas que sufre el vecino país es responsabilidad “de los poderes sectoriales que no dejan de trabajar para debilitar a los gobiernos".

A su vez, las palabras del ministro de Relaciones Externas de la Nación, Héctor Timerman, estuvieron dirigidas a recalcar que el alto grado de integración que en la actualidad presentan los países de la región nunca antes había sido tan consistente.

Por lo tanto, para el Canciller  las intentonas desestabilizadoras que padecen y han padecido algunos países – tales como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Paraguay- son mandadas a romper dicho proyecto integrador.

“En 2008 fuimos a Honduras y dijimos: ´no vamos a permitir que avancen porque si lo hacen van a ir por Paraguay”, señaló y detalló a continuación que a partir de ese momento hubo 23 intentos comandados para destituir al presidente paraguayo Fernando Lugo hasta que el pasado viernes 22 de junio los sectores de poder económico concentrado lo lograron. “De la misma manera ya habían ido por Evo (Morales) y por Rafael (Correa). Nuestro deber es evitarlo porque para eso fueron elegidos a través del voto popular como  nuestros líderes. Ellos no van a traicionar esta voluntad y por eso,  querer derrocar un gobierno popular tiene un costo altísimo”, aseguró.

En esta sintonía, el canciller reiteró que “el pueblo paraguayo no está solo”, y que así como se acompañó a Lugo el día de su destitución, “los países hermanos de la región acompañan al pueblo en este momento de la historia que les ha tocado vivir”.

“Once cancilleres latinoamericanos estábamos el viernes en Asunción viendo cómo un proyecto popular y un gobierno democrático estaba siendo avasallado, pero el pueblo y Lugo no están solos como nos pasó en otros momentos de América Latina”, relató.

En este punto, aseguró que desde la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) se impedirá que los derechos humanos y las libertades civiles sean violados en el país recientemente golpeado por las corporaciones económicas en alianza con la mayoría parlamentaria y la oligarquía paraguaya.

El Canciller explicó que estas medidas no forman parte de la “intromisión” que denuncian los gobernantes impuestos de Paraguay, sino que es un “deber” de los países que integran este bloque comprometido con las cláusulas democráticas.

“Nosotros defendemos el proyecto de Patria Grande porque nadie es excluido de él. Y eso es lo que les molesta, que tengamos la voluntad de convivir con todos nuestros hermanos”, dijo.

“¿Cómo no van a querer los sectores del poder económico que se vaya Evo, si por primera vez  Bolivia tiene un gobierno aymara? Pero no van a poder avanzar, porque al pueblo lo defiende el pueblo, nada más que él”, concluyó.