"Akelarre", la última película del realizador Pablo Agüero (Eva No Duerme, 2015), se sitúa en el País Vasco de 1609. Allí, el juez Rosteguy, enviado por el Rey para purificar la religión del lugar, acusa de brujería a un grupo de mujeres jóvenes. 

"Es un proyecto que tenía hace 10 años", reconoce el director, que basó el film en un tratado escrito a principios del siglo XVII por el juez Pierre Rosteguy de Lancre quien recorrió el Euskadi francés condenando a decenas de mujeres a la hoguera por aquellos supuestos actos de brujería. 

Premiada en el Festival de San Sebastián de 2019 y en los Goya 2021, la coproducción hispano - argentina "Akelarre" llega a las salas argentinas y se estrena en las plataformas Cinear y Netflix en esta semana. Mientras esperamos un estreno a nivel provincial, dialogamos con su director quien actualmente se encuentra en Francia, trabajando en nuevos proyectos con una visión particular de la universalidad del arte.

Nacido en Mendoza en 1977, Agüero alcanzó renombre internacional con su cortometraje “Primera Nieve”, ganador del Premio del Jurado del Festival de Cannes, en 2008. Además, su labor ha sido destacada en los festivales BAFICI, Amiens (Francia) y Gijón, entre otros.

En diálogo con Radio U, Pablo Agüero reveló  cómo fue el trasfondo de la filmación de “Akelarre”, contó el particular lugar donde vive para realizar su próximo trabajo y adelantó cuáles son sus planes de cara al futuro.

En primer lugar, Agüero relató cómo fue la filmación de la película recientemente premiada en los Premios Goya: “ha sido un periodo muy particular. Hemos tomado el riesgo de estrenar la película en plena pandemia y por suerte ha sido un éxito en España. En Argentina llegó un poco tarde porque recién están abriendo las salas. Ha sido un año difícil pero por suerte hemos sobrevivido”.

En cuanto a su próximo trabajo, el realizador detalló: “actualmente me encuentro en Francia, en una residencia de escritura, que es un antiguo molino, donde ha habido muchos artistas que escribe cine. Estoy aquí porque me seleccionaron para dirigir otro proyecto”.

El filme Akelarre se convirtió en una de las películas ganadoras en la 35° edición de los Premios Goya, los más importantes que otorga el cine español, y se alzó nada menos que con cinco estatuillas.

Los cinco reconocimientos correspondieron en su mayoría a los llamados rubros técnicos; en tanto que la local Las Niñas, de Pilar Palomero, la siguió con cuatro galardones en las principales categorías, entre ellas,a la mejor película.

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