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Ese es el canon que les cobra Irrigación. Quieren cobrarles regalías hídricas por utilizar un recurso clave y de la mejor calidad. La opinión de las compañías.
El proyecto propone que las firmas paguen regalías por la utilización de un recurso no renovable de la mejor calidad. Foto: Victoria Gaitán.
Verónica Gordillo
Publicado el 02 DE OCTUBRE DE 2017
Las empresas embotelladoras de agua mineral pagan 24 pesos por cada 1000 litros de ese líquido de la mejor calidad que baja directamente de la cordillera mendocina. Veinticuatro pesos por ese recurso no renovable y escaso, tan escaso que la Provincia ingresará en el séptimo año consecutivo de emergencia hídrica. Si se tiene en cuenta que en cualquier negocio mendocino un litro y medio de agua mineral envasada cuesta entre 25 y 30 pesos, con la venta de un solo envase las compañías pagan los 999 restantes que pueden comercializar.
El dinero que pagan a Mendoza las empresas embotelladoras de agua mineral por la utilización de ese líquido vital es el foco del proyecto de ley del diputado radical Emiliano Campos. La iniciativa que analizan en la Comisión de Ambiente de la Cámara de Diputados prevé el pago de regalías hídricas en compensación por la explotación de ese recurso de dominio público. De aprobarse la idea, el monto a pagar se calcularía sobre la base del volumen de agua extraído (medido en la boca de extracción en litros) multiplicado por el 3 % del valor promedio de venta al público del producto en litros.
La iniciativa no es nueva. En los últimos años se presentaron por lo menos diez proyectos de ley con planteos similares. Algunos se analizaron. Ninguno prosperó.
El diputado oficialista dejó en claro que su inquietud no va contra los privados. Por el contrario, dijo que es necesario encontrar un equilibrio entre los intereses de las compañías que venden un recurso clave y escaso en estas tierras secas y la necesidad de que Mendoza sea compensada con un aporte específico, para que ese dinero vuelva en obras focalizadas en las comunas donde están instaladas las firmas.
La explotación del agua mineral es una actividad extractiva, como la del petróleo y la minería. Por eso, Campos entiende que las empresas deben pagar una regalía específica por utilizar y vender un recurso natural que no retorna al sistema y que les genera importantes ganancias. “Más allá de los defectos que pueda tener la iniciativa, que está abierta al debate, creo que existe una deuda social importante en este tema”, se sinceró.
El legislador destacó la calidad del recurso que las empresas extraen en Mendoza, que tiene características únicas reconocidas a nivel nacional e internacional. En este sentido, señaló que es justamente ese plus el que las firmas utilizan en sus campañas para vender su producto: agua prístina, que baja directamente de la cordillera, con características beneficiosas para la salud.
Dos multinacionales y muchas cooperativas
Dos de las empresas que dominan el mercado del agua mineral tienen plantas en Mendoza. Estas son: Aguas Danone (con sus marcas Villavicencio y Villa del Sur) y Nestlé Waters (con sus marcas Eco de los Andes, Nestlé Pureza Vital y Glaciar). La primera está instalada en Las Heras y la segunda, en Tunuyán.
Según datos brindados por Nestlé Waters durante la presentación de su Reporte de Valor Compartido 2016 realizado en la provincia hace unos días, la marca Eco de Los Andes nació a fines de 1994 de la mano de Cervecería y Maltería Quilmes y cada botella contiene agua de origen subterráneo de un acuífero confinado en la cuenca de Mendoza Centro, ubicada en Tunuyán, que emerge naturalmente. En cuanto a la marca Villavicencio, en la página de la compañía instalada en Las Heras se detalla que cada botella contiene agua mineral natural de manantial que nace en la precordillera de Los Andes.
La característica del producto que envasan ambas compañías en Mendoza está determinada en el Código Alimentario Argentino, donde se define al agua mineral natural como la que se obtiene de un yacimiento (manantial) o estrato acuífero (napa), ya sea gracias a la surgencia natural o por perforaciones. También establece las diferencias entre las aguas minerales y especifica que deben ser envasadas en origen, como sucede en Tunuyán y en Las Heras.
Además de estas dos firmas, en Mendoza también se desempeñan otras 16 más pequeñas, algunas de las cuales son cooperativas, que venden agua de distintas características.
Impulsan cobrar regalías a empresas de agua mineral
El agua mineral, ese recurso vital que las publicidades se encargaron de aggiornar con el paso del tiempo, entró una vez más en debate. Es que el diputado radical Emiliano Campos presentó un proyecto para que las empresas que se dedican a la explotación de agua mineral paguen regalías cercanas al 3 %, similares a las que tienen las empresas hidrocarburíferas.
El costo de la pureza embotellada
Las empresas que realizan actividades extractivas y que usan el agua como insumo pagan un canon al Departamento General de Irrigación (DGI). Es el caso de las petroleras, las mineras y las firmas que extraen agua mineral.
Según el detalle que brindó a Unidiversidad la jefa del Departamento de Financiamiento de Usuarios del DGI, María Cristina López, por el uso del agua las petroleras pagan $ 6 cada 1000 litros; las mineras abonan $ 16 por el mismo volumen, mientras que las firmas que extraen y embotellan agua mineral pagan $ 24 por idéntica cantidad extraída y embotellada para su comercialización.
La profesional explicó que todos los meses las embotelladoras presentan una declaración jurada donde consta la cantidad de agua que extrajeron y que envasaron en metros cúbicos. Esa información es controlada por las inspecciones de cauce, con el objetivo de verificar que se ajuste a la realidad.
A este canon de $ 24 se suma el pago de impuestos provinciales. Aunque durante años las empresas de este rubro fueron exentas por ley del pago de Ingresos Brutos, desde la oficina de prensa del Ministerio de Hacienda informaron que actualmente pagan una alícuota del 5 % por ese gravamen en el rubro extracción y embotellamiento de aguas minerales, naturales y de manantial.
Desde la misma oficina se excusaron de brindar información respecto del monto anual que representa esa alícuota y sobre si las firmas están al día en su pago, ya que aseguraron que son datos protegidos por el secreto fiscal.
A esos tributos se suman los que pagan por la actividad industrial que realizan, además de los cánones municipales correspondientes a las jurisdicciones donde las firmas están instaladas. Sin embargo, y pese a comunicaciones reiteradas con los encargados de las oficinas de prensa de ambas comunas para conocer detalles de las tasas, así como la opinión sobre la iniciativa que se analiza en la Legislatura, la respuesta, tanto desde la comuna de Tunuyán, comandada por el justicialista Martín Aveiro, como desde Las Heras, gobernada por el oficialista Daniel Orozco, fue el silencio.
Para Emiliano Campos, el diputado oficialista que presentó el proyecto, uno de los frenos para discutir con seriedad el tema es justamente la falta de información. Dijo que, pese a los pedidos de informes, aún no sabe la cantidad de agua que utilizan las firmas, qué impuestos pagan, por qué montos y cuánto facturan, un dato que consideró esencial para calcular la imposición por ley de una regalía.
Esta falta de información se repite en organismos científicos, ya que, si bien existen muchos trabajos sobre la utilización del agua, son pocos los enfocados en las industrias alimenticias y muchos menos los que analizan específicamente el mercado del agua mineral. Las ganancias de las compañías en relación con la venta del agua mineral embotellada representan otro dato que no está disponible, teniendo en cuenta que la política de las empresas es no brindar esa información. Pese a esto, en los fundamentos del proyecto de ley se destaca que las ventas del sector de aguas minerales y mineralizadas representó en 2012 una facturación de $ 15 000 millones.
La voz de las empresas
Unidiversidad consultó a los representantes de las dos compañías más grandes que tienen presencia en la provincia para conocer su opinión sobre el proyecto que prevé que paguen regalías por la extracción de agua.
Luego de la presentación del Reporte de Creación de Valor Compartido, el gerente de la planta de Eco de Los Andes, Gabriel Minati, opinó que la iniciativa debe ser revisada desde el punto de vista técnico, teniendo en cuenta que detalla información errónea. Aseguró que la firma es un gran contribuyente, no sólo a nivel tributario, sino que brinda trabajo de calidad a 90 personas en forma directa, que cuenta con proveedores e insumos locales y que mantiene un compromiso permanente con el cuidado del medio ambiente, especialmente con el uso racional del agua y el cuidado del acuífero de donde extraen ese líquido vital.
Una vez más, pese a los insistentes pedidos de información a Danone, la compañía no ofreció datos para la elaboración de este artículo.
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