Con ocasión del Agasajo Vendimial, el gobernador Alfredo Cornejo pidió a Bodegas de Argentina trabajar en conjunto para poder revalorizar la industria. Entre otras cosas, se habló -algunos de quitar y otros de disminuir- los impuestos a los Ingresos Brutos del sector vitivinícola, principalmente de los gravámenes a espumantes. El mandatario también pidió la colaboración del organismo presidido por Walter Bressia para estimular la creatividad del productor como individuo y romper con la cultura del Estado interventor y controlador del sector.

En un clima un tanto tenso por la decisión de posponer el Acto Central de la Fiesta Nacional de la Vendimia por 24 horas, el resto de las actividades propias de la mayor celebración provincial se realizaron con normalidad. Sin embargo, fue llamativa la ausencia de funcionarios políticos en la agenda vendimial de este sábado, sobre todo en el tradicional Agasajo que se realiza cada año en la Bodega Los Toneles. Fue notable el enojo -o quizás la resignación- por la situación particular de esta Vendimia accidentada en cada palabra que el gobernador Alfredo Cornejo dijo públicamente.

En el Agasajo Vendimial, evento organizado por Bodegas de Argentina, el mandatario estuvo acompañado por la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti; el Ministro de Agroindustria nacional, Ricardo Buryaile; los gobernadores de Salta y Río Negro, Juan Manuel Urtubey y Omar Gutiérrez; y el presidente del organismo productor del almuerzo postcarrusel, Walter Bressia.

El grueso de los anuncios sobre la industria vitivinícola se realizaron en el desayuno de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), por lo que los discursos de los funcionarios pronunciados en la bodega guaymallina se centraron principalmente en balances a nivel político. Cornejo destacó la labor colectiva realizada el año pasado junto a Bodegas de Argentina y aseguró que los gobiernos, tanto nacional como provincial, están “muy comprometidos” con la actividad.

También resaltó el “gran esfuerzo de publicidad del sector” como ejemplo a seguir para otras actividades, ya que se han logrado productos vitivinícolas “competitivos” en épocas con muchos problemas macroeconómicos. El mandatario señaló que se buscan, a través de estos ejemplos, economías que él calificó como “sanas”.

En ese sentido, valoró el trabajo de los productores y expuso su línea de pensamiento político que aplica tanto a la industria en particular como a la provincia en general: “Creemos que para que una sociedad funcione bien hay que hacer desarrollar el estímulo creativo individual”, y añadió que “en los últimos años se hizo todo lo contrario, se inculcó que todo lo debe hacer el Estado”, refiriéndose a la década de gestión kirchnerista. Por lo tanto, propuso romper con esa lógica, cosa que reconoció no será una tarea fácil y para lo que solicitó ayuda a Bodegas Argentinas para que siga trabajando codo a codo con el Estado provincial.

Sector vitivinícola, conforme con promesas nacionales

La competitividad como virtud del sector para los funcionarios

El ministro Buryaile, al igual que el gobernador mendocino, destacó la competitividad de la vitivinicultura argentina. También mencionó la intención de la gestión del presidente Mauricio Macri de bajar los impuestos a los Ingresos Brutos de la vitivinicultura; por ejemplo, los gravámenes a los espumantes. También advirtió la necesidad de adaptación del sector productivo a las consecuencias del cambio climático y prometió tomar “previsiones” para que no afecte a la industria.

En cuanto a las palabras de Bressia, el presidente de Bodegas de Argentina merituó esta vendimia por haber sido mejor que la pasada, que fue -según sostuvo- una de las más pobres de los últimos años. Manifestó también que es necesario salir de la crisis inflacionaria para poder disminuir impuestos y conformar a los productores. En ese sentido, distinguió los esfuerzos del sector privado por insertar los productos vitivinícolas argentinos en el mundo.

Como desafíos, Bressia indicó que su gran preocupación es la devaluación, pero que “renuevan las esperanzas” y agradeció las medidas tomadas al punto de decir que el organismo “aplaude” la gestión de Cambiemos en la Nación y de Cambia Mendoza en la provincia.

Finalmente la vicepresidenta Michetti, como mensajera enviada por Mauricio Macri y fiel al discurso del jefe de Estado, se limitó a destacar a la Fiesta de la Vendimia como una fiesta de producción y trabajo que “expresa nuestro espíritu”. Sin embargo, advirtió, ella venía a dar un mensaje más macro, más global y que consiste en que el gobierno nacional es consciente de la “debilidad” que tenemos los argentinos de trabajar juntos, en equipo, y que la administración de la que ella es parte propone trabajar colectivamente “para sacar el país adelante” y generar estabilidad y calidad de vida para los argentinos.