Se sabe que la Legislatura es la caja de resonancia de los conflictos entre oficialismo y oposición. Sin embargo, en el contexto de la actual composición de las cámaras, es poco lo que la oposición puede hacer para actuar como tal, más teniendo que cuidar los intereses de los cinco municipios que quedaron bajo su comando.

En este sentido, lo que sucedió este miércoles 8 con el acuerdo por la devolución de los fondos que se le debitaban a la Provincia de la coparticipación federal para capitalizar a Anses, es una clara muestra de que el Frente para la Victoria (FpV) tiene pocas chances de marcar terreno, puesto que sus avances chocan con los intereses de los intendentes, casi desesperados por fondos para sus comunas.

En principio, el bloque justicialista se había planteado no tratar el tema en la sesión de tablas de Diputados, sino suspenderlo por lo menos hasta la semana próxima, con el fin de conseguir mayores beneficios para los caciques comunales. Cabe aclarar que los fondos que devolverá la Nación a la provincia, al provenir de la coparticipación, se deben repartir con los municipios –en las proporciones que indica la Ley provincial N.º 6396–. Pero la presión ejercida por el Ejecutivo a los municipios, y estos a los legisladores, pudo más y el proyecto se sancionó en la Cámara Baja sin demasiada discusión. Lo único que consiguió el FpV fue que se les permitiera a los intendentes utilizar los fondos como ellos lo decidan: desde obras hasta gastos corrientes.  

No era este el acuerdo al que los intendentes habían pedido acceder. Una fuente del FpV explicó que hasta la media mañana de ayer la idea era demorar la votación, porque se trataba de un acuerdo aún no ratificado por el Congreso; por lo tanto, no había apuro para darle el ok. Sin embargo, algo cambió sobre la marcha y los peronistas pasaron de un “no rotundo” a un “sí, con modificaciones”. Y de solicitar un acuerdo sustancioso para los intendentes –básicamente, que les dieran en forma de bonos la totalidad de los fondos que les tocarían año a año, puesto que la devolución se hará escalonada, desde 2016 hasta 2020– pasaron a uno mucho más magro: que cada intendente pudiese decidir el destino de los fondos.

Al respecto, el jefe del bloque justicialista, Francisco Cofano, explicó que “es un beneficio para los municipios otorgar la parte que viene en forma de crédito, pero queríamos dedicarle mayor tiempo de estudio. Por otra parte, no creemos que este acuerdo cambie la situación desigual en la que la Provincia se encuentra frente a otras, que reciben más dinero de coparticipación”.

En un principio, el proyecto tuvo resistencia del bloque peronista, porque significaba la autorización a Cornejo de un nuevo endeudamiento por 3 000 millones de pesos más. Algunos legisladores de la oposición plantearon que se quitaran de la autorización que ya se le ha dado al gobernador para endeudarse, pero estas quejas no tuvieron peso al lado de la insistencia de los jefes comunales, apremiados por la difícil realidad económica de sus comunas. Pese a esto, el FpV terminó votando a favor del proyecto.
 

Desacuerdos en CM

Dentro del frente CM hubo un legislador que se alejó de las pautas oficialistas. Se trata de Marcos Niven (PD). El legislador explicó que ellos estaban de acuerdo con ratificar el convenio, pero no para ser utilizado con cualquier fin, sino para obras y bienes de capital. Por lo tanto, Niven aprobó en general, pero rechazó el proyecto en particular –desde el artículo 2 en adelante–.

Otros que también votaron en contra fueron los legisladores del FIT, quienes se oponen a los cambios que está realizando el Gobierno nacional en cuanto a los fondos y a la descapitalización de Anses.

“Quieren convertir una noticia buena en una mala noticia. Esto tiene que ver con cierta tendencia nostalgiosa de la sociedad argentina. La provincia va a recuperar recursos y autonomía, eso es lo que hay que destacar”, señaló el jefe de la bancada oficialista, César Biffi.

Finalmente, el proyecto fue aprobado por amplia mayoría y pasó al Senado para su tratamiento definitivo.