A raíz de una denuncia por abuso sexual que se realizó de forma anónima contra el baterista de la banda bonaerense Pez, Franco Salvador, en el sitio yanonoscallamosmas.wordpress.com, el debate sobre esta problemática en la música nacional vuelve a tomar fuerza. Se trata de un hecho ocurrido durante la gira que realizó la banda en marzo de 2017 por la Patagonia. La mujer que realizó la acusación cuenta cómo, junto a una amiga, fueron invitadas por los integrantes de la banda a fumar al hotel donde ellos estaban alojados y, tras quedarse ella dormida, despertó sin pantalones y con la bombacha baja. 

A través de un comunicado en su fan page oficial de Facebook, la banda aseguró que “nunca hubo relación sexual, ni consentida ni no consentida”.

Natalia Arenas, destacada periodista del periódico digital Cosecha Roja por su seguimiento de los casos de abuso sexual en el rock nacional, dialogó con Radio U sobre esta delicada situación que se vive en el mundo de la música.

“Las bandas musicales, frente a sus fans, están en una situación de poder. Acá es donde se juega esto del consentimiento o el no consentimiento. ¿Qué consentimiento puede tener una chica de 18 años, por poner una edad, que está deslumbrada con su banda favorita? Y ni hablar de los casos en los que se trata de una menor de edad... Sabemos que eso está penado por ley. ¿Qué consentimiento puede tener una chica si vive una situación como la que describe la víctima del baterista de Pez, que habían tomado alcohol, que habían ido a un lugar para fumar? Es obvio, si tu banda preferida te invita a ir a un lugar a tomar algo, vas”, dijo Arenas, y luego señaló que lo que más le llamó la atención de toda esta situación fue el mensaje que difundió Pez en su cuenta de Facebook, aquel en el que negó lo ocurrido.

La periodista recordó: “Un abuso no es solamente cuando hay una penetración. Estamos hablando de otra cosa, estamos hablando de una chica que no estaba consciente y que de repente se despierta y tiene la bombacha baja. Me parece que si no hubo violación, por lo menos hubo intento; o manoseo, o no sabemos qué más pudo haber pasado. Pero seguramente algo hubo”. Y agregó: “Muchos tienen que revisar este tipo de cosas que pasan. La violencia sabemos que no es una sola y que no pasa solamente por lo físico, pasa por la manipulación, pasa por lo psicológico…”.

En sus escritos sobre el abuso en el rock argentino se destacan los casos de Salta la Banca, Gustavo Cordera, La ola que quería ser chau y Cristian Aldana. “Me parece que era obvio que iba a pasar esto (por el aumento de las denuncias), estamos en un momento revolucionario, algo histórico que se viene gestando desde la conformación del movimiento #NiUnaMenos. Si bien el feminismo surgió hace décadas en Argentina, hoy estamos hablando de cambios significativos”, dijo Arenas, y agregó: “Se puede oler el miedo en los músicos. No solamente en el rock. Seguramente muchos deben estar recapitulando y pensando '¿Qué hice en el pasado?'. No necesariamente tiene que ser un abuso o un acoso. Hablamos de micromachismos también”.

Finalmente, la periodista llamó a pensar en la “responsabilidad enorme” que tienen los medios de comunicación al tratar estos temas. “Que no sea lo más importante si la piba tenía la bombacha baja o no, sino que lo importante sea realmente que hubo un abuso. Hay que enfilar más hacia el victimario y no hacia la víctima”, concluyó.