El médico psiquiatra Claudio Habijam dialogó con Radio U (Universidad) respecto de los traumas que deja el abuso sexual en los menores y adolescentes y las secuelas psíquicas que les quedan para toda su vida. Además se refirió al tema puntual del anestesista acusado de toquetear y filmar niños en las distintas intervenciones quirúrgicas de las que participaba y explicó la diferencia entre un abuso de daño visible y otro oculto.

En primer lugar, Habijam habló de las secuelas que sufre un niño abusado sexualmente y la diferencia de comportamiento respecto de un adolescente: “Las secuelas de un niño que sufre cualquier tipo de abuso sexual, dependiendo de la edad del chico, en general, se consideran secuelas eternas. La persona que ha sido abusada mantiene un registro en alguna parte de su memoria que en algún momento de la vida puede conectarse con otra experiencia y aflorar con la misma intensidad  que cuando ocurrió el trauma”.

Y agregó: "En relación a las edades, las secuelas en un niño de 4 o 5 cinco años son distintas a las que puede presentar un adolescente. Las diferencias se presentan en trastornos de conducta o cambios de hábitos; el niño deja de hacer cosas que hacía o comienza a hacer cosas que nunca hizo antes, mientras que el adolescente tiene otra vitalidad".

Luego el médico psiquiatra se refirió al caso puntual del anestesista acusado de producir pornografía infantil y explicó: “Muchas veces, en casos como este, las víctimas de acciones abusivas han sido adormecidas y cuando despiertan sienten dolor en las zonas afectadas, tanto externas como internas. De esa manera, hay registro del abuso, aunque todavía no haya procesado lo sucedido. Si se da en la parte genital, este dolor tiene otra connotación en el psiquismo del niño y en algún momento buscará una respuesta”. En este sentido, Claudio Habijam se refiere puntualmente a los distintos videos del anestesista manoseando a pacientes en distintas operaciones en clínicas privadas. 

Finalmente, el psiquiatra Claudio Habijam se refirió al "daño visible" interpretado por la ley y explicó la diferencia entre el abuso carnal y aquel que permanece oculto durante un lapso: "Cuando la ley habla de algún daño, habla de lo visible, sea corporal o verbal. Los que llevamos mucho tiempo en este tema sabemos que muchas veces el silencio de un niño está expresando este dolor. Allí no habría daño visible porque el niño no ha tenido una lesión objetivable, pero su silencio y su cambio de comportamiento estarán hablando de manera indirecta del posible daño o secuela de esta situación", detalló el médico.