Después de que se lo involucró en el abuso, de estar privado de su libertad y de obtener luego el beneficio de la prisión domiciliaria, el celador Alejandro Salas, acusado de abusar sexualmente de una pequeña de 4 años en el interior del colegio Murialdo, sostuvo su inocencia y apuntó contra la familia de la niña, asegurando que el hecho “no ocurrió en el interior del colegio sino que era anterior”.

Desde el Ministerio Público Fiscal salieron a dar un comunicado en el que enumeran los indicios que apuntan contra el celador. “Existen numerosas pruebas que apuntan contra el celador Alejandro Salas como el autor del abuso y definieron el avance de la investigación que lo tiene como único imputado”.

Según publica MDZ On Line, para el Ministerio Público, entre las pruebas contundentes y que complican al celador se destacan:

• El relato de la niña ha sido persistente en el tiempo. En todas las instancias sostuvo que el hecho ocurrió en el interior del colegio, manteniendo el relato frente a todos los profesionales que han abordado su situación. Los peritos oficiales concluyeron que "el relato de la niña no presenta contradicciones internas en lo sustancial, describiendo un hecho verosímil" y que "no presenta elementos confabulatorios, aportando detalles espontáneos y exentos de influencias externas".
• Cuando se efectuó la búsqueda en el colegio con el Cuerpo de Canes, inmediatamente después de la denuncia del hecho, el perro especializado marcó con precisión el presunto lugar donde ocurrió el abuso: uno de los baños del jardín de infantes.
• La existencia de abuso de antigua data, la principal defensa esgrimida por el celador, también quedó prácticamente descartada a partir de los resultados del examen físico practicado a la niña. La perito oficial determinó que las lesiones eran de origen reciente y compatibles con una agresión sexual, descartando la existencia de lesiones de antigua data que dieran cuenta de un abuso crónico y anterior.
• Las cámaras de seguridad ubican a Salas Romero a escasos metros del baño donde presuntamente ocurrió el abuso y tuvo la posibilidad de acceder al lugar sin ser visto por terceras personas.
• Tras marcar el lugar donde ocurrió el abuso, el perro especializado se dirigió a los casilleros y marcó aquel en el que el imputado guardaba sus pertenencias.
• La niña no describió aún la cara del agresor, pero sí pudo describir características morfológicas particulares que se condicen con el imputado.
• En su celular, Salas tenía visitas a más de 4000 enlaces de sitios de índole sexual. Según señala el Ministerio, el día en el que se cometió el presunto abuso (2de agosto de 2018) ingresó a una página de "colegialas" y desde allí, a un video titulado "Colegiala dejándose follar por un profesor". Muchas de las visitas a estas páginas el imputado las realizaba durante el horario de trabajo en el establecimiento educativo.

Por otro lado, el abogado que representa a la víctima contó que la menor aún sueña con el hombre que la atacó y que se puso contenta al descubrir que en su nuevo colegio no estaba “Simón”, como nombra a su agresor.

Para finalizar,  la dependencia solicitó que no se divulguen fotografías del único imputado que tiene la causa, a raíz de que podría ser necesario realizar una rueda de reconocimiento en el futuro y esto perjudicaría seriamente la investigación.