La dirigente social y líder de la agrupación Tupac Amaru, Milagro Sala, declaró ante la sede del Tribunal Oral Federal de Jujuy por la investigación de las supuestas agresiones que sufrieron Gerardo Morales y Leandro Despouy en 2009.

Sala dijo ser víctima “de una persecución política” encabezada “desde hace ocho años” por Morales. Inmediatamente exclamó: “La molestia de Morales es que los negros nos pudimos organizar”, que “no le pedimos nada a sectores políticos” y que “aprendimos a no agachar la cabeza delante de nadie”,

La denuncia por la cual se la increpó a la dirigente fue realizada por Gerardo Morales, quien la acusó de haber liderado una protesta en 2009, ocasión en la que le tiraron huevos. Ella no participó en el hecho pero se la culpa de haber sido la “ideóloga”.

Según da cuenta el diario Página 12, la única prueba en su contra es el testimonio de un hombre que la señaló como partícipe de una reunión para organizar el escrache, sobre la cual no hay pruebas. Al no haber pruebas contundentes, el tribunal jujeño declaró prescripta la causa en mayo, pero la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal la puso nuevamente en vigencia.

“A Morales le molesta que los negros nos pudimos organizar”, dijo durante su declaración, antes de la cual sus abogados leyeron un texto en el que aludieron al marco de persecución política de ese proceso contra la dirigente social, quien está detenida por otras causas desde hace un año y cuya libertad fue exigida por la ONU, la CIDH y la OEA. También señaló al  empresario Pedro Blaquier como otro de sus perseguidores y lo acusó de complicidad civil con la última dictadura en la desaparición de obreros del Ingenio Ledesma. En este sentido, Sala lamentó “que se hayan suspendido los juicios de lesa humanidad en Jujuy para tenerme sentada acá”, dijo refiriéndose a la importancia que podría haber tenido su testimonio.