El domingo 23 de junio de 1968 se jugó el superclásico del fútbol argentino entre River y Boca en el Monumental que finalizó 0 a 0. Sin embargo, las crónicas no hablarían de lo ocurrido en el campo de juego, ya que una vez finalizado el encuentro ocurrió la mayor tragedia de la historia de nuestro fútbol y deporte en general. En ella fallecieron 71 personas (la mayoría muy jóvenes) y resultaron heridas 113, todos simpatizantes de Boca.

Aquella famosa Puerta 12 era una de las que facilitaba la salida de los hinchas visitantes, y por causas que nunca se aclararon totalmente, el sector de salida a la calle (luego de las escaleras) no se encontraba liberado y la presión de la multitud que salía provoco la muerte por aplastamiento de casi cien personas. Miguel Durrieu, sobreviviente de la tragedia, en una entrevista a diario Clarín en 2000 dijo: “En un principio era una avalancha normal, pero después se acrecentó. Iba por el aire, sin tocar el piso. Algo empezó a salir mal. La avalancha se detuvo. Cada vez estaba más apretado. Había gritos de pánico, de mucho miedo. La gente que estaba abajo quería subir. Estábamos uno arriba de otro bajo una terrible presión que no dejaba respirar. Me caí y después me desmayé. ¿Cuál fue el motivo de la tragedia? Nunca lo conocí. Yo me salvé de milagro. Nunca más fui a ver a Boca”.

Existen dos versiones sobre lo que ocurrió aquel fatídico día, basado en testimonios posteriores. La primera es que los molinetes de ingreso no habían sido sacados y que las rejas metálicas no estaban totalmente abiertas. La segunda es que la policía se había organizado en la salida de los visitantes para no dejar salir y así poder atrapar a la barra de Boca que había tirado proyectiles durante el encuentro y además había cantado canciones de protesta, algo que era un delito en aquella época de dictadura comandada por Juan Carlos Onganía (la cual se caracterizaba por la violencia policial). De esta versión surgiría el canto de justicia posterior: "No había puerta, no había molinete, era la cana que daba con machete". Cabe recordar que no había pasamano ni barandas, y además la iluminación era prácticamente nula. Lo único claro de toda esta situación es que no hubo detenidos ni culpables ni condenados por lo sucedido aquel domingo. A fines de 1968, la AFA y los clubes involucrados en la tragedia, de manera colectiva reunieron 32 millones de pesos para resarcir a los familiares de las víctimas. Años después, solo dos damnificados iniciaron juicio contra River que le tuvo que pagar 140 mil pesos a cada uno.

Luego de la tragedia, la Puerta 12 fue renombrada como Puerta L y unos años después Puerta M, como sigue en la actualidad y que da acceso a la Tribuna Centenario Alta. Al lado de la antigua Puerta 12 hay una placa que recuerda lo sucedido, aunque en ella no figuran los nombres de los fallecidos. Hay que destacar que el director de cine Pablo Tesoriere realizó un documental sobre el tema con el título “Puerta 12”, el cual fue estrenado en 2008. Ni Boca ni River recordaron durante todos estos años el suceso, recién en el aniversario 50 Boca pidió perdón públicamente por no haber recordado a las víctimas.

Este año, con el objetivo de rendirles homenaje a los fanáticos que perdieron la vida ese día, Jorge Amor Ameal, ordenó la creación de una Comisión de Homenaje y Memoria por los Fallecidos en la Tragedia de la Puerta 12 y evalúa un pedido tanto en AFA como en Conmebol: decretar el 23 de junio como día de luto y que en esa fecha no tenga lugar ninguna actividad vinculada con el club. Para finalizar, cabe destacar la labor de la organización “Boca es Pueblo”, que realizó un primer mural en homenaje en el barrio de La Boca en el año 2015, que luego fue tapado. En 2018, en el 50 aniversario de la masacre, pintaron un nuevo mural con el listado completo de las 71 víctimas.  

Homenaje a las víctimas de la tragedia de Puerta 12

A 52 años de la página más triste de la historia del fútbol argentino, donde 71 hinchas murieron tras un superclásico, el recuerdo y un tributo de Boca Junio...