La proclama 3447 con la que el entonces presidente de Estados Unidos, John Kennedy, formalizó el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, cumplió este viernes 50 años. La medida nunca logró su objetivo de frustrar la gestión de la Revolución isleña y cada vez se hace más fuerte el repudio de la comunidad internacional.  El 3 de febrero de 1962 Kennedy decretó la Proclama 3447, que de alguna manera hizo más visible una política de hostigamiento que EEUU ya venía llevando a la práctica desde el triunfo mismo de la Revolución, el 1 de enero de 1959.

Al respecto, Osvaldo Vega aseguró que el bloqueo “ha sido bastante salvaje, ininterrumpido y de la mayor crueldad. Incluso en determinado momento fue más fuerte y más férreo que el bloqueo a Irak en plena Guerra del Golfo. Cuba no puede hacer ningún tipo de transacción comercial con Estados Unidos ni con empresas que tengan capitales norteamericanos en el resto del mundo”.

La excusa inicial fue replicar las expropiaciones que las flamantes autoridades isleñas dispusieron sobre bienes y empresas estadounidenses. Nueve administraciones, republicanas y demócratas, mantuvieron y hasta agudizaron la medida, que Washington se empeña en llamar "embargo" y limitar a una cuestión bilateral.

Sin embargo en la práctica va mucho más allá de una cuestión bilateral. El bloqueo implica por ejemplo, entre otras tantas cosas, que un barco que toca puerto cubano no pueda tocar puerto norteamericano por 6 meses, lo que incrementa en gran medida los gastos por fletes.

Además, explicó el secretario de la Casa de la Amistad Argentino-Cubana, “Cuba es uno de los principales productores mundiales de níquel. Cuba puede vender su níquel y hay empresas y países que lo compran. Pero no lo pueden comprar a valores internacionales, porque la empresa, por ejemplo, se excusa diciendo ‘si yo compro el níquel suyo no puedo ir a los bancos norteamericanos a pedir crédito’. Entonces tienen un costo grande en otros conceptos por comprar el níquel cubano y de esa manera no lo pagan a precios internacionales.

Todo esto ha llevado a que Cuba haya perdido desde el inicio del bloqueo hasta hoy prácticamente 100 mil millones de dólares, explicó Vega . Mucha gente en EEUU ha sido sancionada y ha tenido que pagar multas e incluso penas de cárcel, por ser turista en Cuba, por viajar a Cuba, por hacer cualquier cosa que deje rentabilidad a Cuba. Esto incluso se vio recrudecido anteriormente en la década del ’90 con las llamadas leyes Torriceli de 1992 y Helms Burton de 1996.

Lo paradójico de estas leyes  es que se excusaban en el respeto a los derechos humanos, y aún cuando los informes de la CIDH y UNICEF fueron favorables a Cuba, el bloqueo no se levantó. Desde hace 20 años que Cuba presenta una moción en la ONU contra el bloqueo. 

Vega sostuvo que cada vez son más los países que adhieren a la moción cubana de levantamiento del bloqueo. Incluso llegó a negarse solamente EEUU e Israel. Esto es un reflejo de lo que piensa el mundo del bloqueo. Si Inglaterra vota en contra del bloqueo en las Naciones Unidas, el mayor socio, aliado estratégico y militar en la OTAN en todos los foros económicos, sociales, militares, etc, vota en contra del bloqueo es el fiel reflejo de lo que piensa el mundo. Y por supuesto los cubanos seguirán resistiendo. Esto es una medida que le genera costos y pérdidas al estado cubano, pero no va a doblegar de ninguna manera la voluntad política de independencia y autonomía que tiene el pueblo cubano. Esta medida va a fracasar, va a seguir fracasando porque Cuba ha pasado por peores momentos y no ha bajado los brazos.

“Cuba no va a bajar los brazos ahora que tiene muchísimos países que no adhieren al bloqueo y con los cuales comerciar. Simplemente es una obstinación de los dirigentes políticos norteamericanos que lo tienen que hacer aunque no quieran, porque quieren ganar las elecciones o por la presión política que impone la comunidad anticastrista de Miami” finalizó Vega.