Jet Lag: ¿Cómo trabaja nuestro reloj biológico?

Desorientación, malestar, cansancio, son algunos de los síntomas que nos muestran un desajuste de horarios. ¿Qué pasa cuando nuestro mecanismo interno se altera?

Jet Lag: ¿Cómo trabaja nuestro reloj biológico?

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Sociedad

Unidiversidad

Cristina Estrella de Maccari

Publicado el 07 DE ENERO DE 2013

Seguramente hemos oído decir, por ejemplo, a un viajero, sentirse desganado después de 18 horas de vuelo, o a un estudiante que pasó la noche de largo porque estuvo estudiando, comentar al día siguiente que no se siente bien. Desorientación, irritabilidad, falta de concentración, fatiga, malestar gastrointestinal, dolores de cabeza, dificultad para conciliar el sueño, son algunos de los signos a tener en cuenta. ¿Qué está pasando?

Estos son claros ejemplos de que se ha producido un desajuste entre el reloj biológico y el tiempo externo, definido como el  síndrome de descompensación de horarios, comúnmente conocido entre los viajeros, como JET LAG.

¿Cómo trabaja nuestro reloj biológico?

Al vivir en un ambiente cíclico generado por el movimiento de rotación de la Tierra, los organismos reciben una información alternante del ciclo luz-oscuridad. Cuando la luz entra por los ojos, alcanza la retina y se envía una señal desde la retina al hipotálamo. Este, a su vez, manda una señal a la glándula pineal, que secreta melatonina. Esta hormona, que responde a cambios en la iluminación ambiental, se produce cuando es de noche, provocando sueño y cansancio. Cuando hay luz, la secreción de melatonina está inhibida y el organismo se encuentra más despierto.

Al enviar información temporal a otras áreas del cerebro, el núcleo dicta los ritmos a los órganos vitales (corazón, pulmones, hígado, páncreas, corteza suprarrenal y estómago), estas oscilaciones de las variables biológicas en intervalos regulares, determinan los ritmos biológicos o ritmos circadianos.

¿Qué pasa cuando se altera?

La alteración en la secuencia u orden de estos ritmos biológicos tiene un efecto negativo a corto plazo que se verá reflejado en los órganos vitales mencionados. Los síntomas pueden durar un día, una semana o más. Esto dependerá de la persona, del ambiente y/o de la cantidad de husos horarios que haya atravesado.

Los trastornos de los ritmos circadianos en humanos son relativamente frecuentes y, a grandes rasgos, los factores causantes pueden dividirse en dos grupos: endógenos y exógenos.

Trastornos endógenos: se refieren a aquellas patologías en las que el oscilador circadiano se encuentra afectado. Por ejemplo, en la ceguera y en algunos casos de envejecimiento con disminución de la amplitud de los ritmos.

Trastornos exógenos: en este tipo de desórdenes, el reloj interno se encuentra desfasado con respecto al tiempo externo: el cuerpo marca una hora del día diferente a la del mundo. Son ejemplos los casos de desincronización por vuelos transmeridianos (jet-lag), los de los trabajadores en turnos rotativos, los de los estudiantes que eligen estudiar en horarios nocturnos, etcétera.

¿Cómo se relacionan el ritmo biológico y la salud?

Se ha comprobado que las enfermedades crónicas muchas veces resultan en una alteración del orden temporal interno. Es más, cuando los ambientes de tratamiento resultan muy agresivos en cuanto a la cronobiología normal (como en los casos de terapia intensiva, en los que las luces permanecen encendidas las 24 horas y se producen irrupciones en la sala en cualquier momento del día) la remisión de la enfermedad se dificulta, en comparación con situaciones cronobiológicamente más “normales”.

Los criterios diagnósticos y los tratamientos se ven notoriamente afectados por la hora del día de su realización, y también el efecto de las drogas depende de la hora de administración.

¿Cómo corregir el síndrome de descompensación del sueño?

En viaje:

1- ¿Al este o al oeste? Nuestro ritmo circadiano se confunde menos si viaja hacia el oeste porque prolonga la experiencia del reloj corporal y distorsiona menos el ciclo día-noche. Sin embargo, trasladarse hacia el este supone viajar en el sentido opuesto al reloj corporal, es decir, hay un avance en el tiempo externo pero no en el sistema circadiano, lo que genera la desincronización.

2- La comida. Un método práctico es ajustar los tiempos para comer con los horarios del destino final.

3- El sueño. Usar antifaz para dormir durante el vuelo.

4- Medicación. Consultar al médico.

5- Antes del viaje, practicar ejercicio físico y seguir una dieta saludable.

No hay que dejar afuera  a aquellos que realizan actividades nocturnas (médicos, enfermeros, choferes de colectivos de larga distancia, fuerzas de seguridad, empleados de grandes empresas, estudiantes). Todas estas actividades, cuando se realizan durante la noche con privaciones de sueño cortas, constantes y por ciclos, derivan en fenómenos muy parecidos al jet lag.

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