En medio de una disputa interna con algunos sectores, José Alberto Zuccardi asumió al frente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) durante el tradicional desayuno que lleva adelante cada año esa entidad, minutos antes del desarrollo del Carrusel. “La situación de los productores es desesperante, sobre todo la de los no integrados; ellos son el eslabón más débil de la cadena", sostuvo en el encuentro en el que participaron referentes nacionales y empresarios bodegueros. Además, llamó al diálogo del sector, marcado por la grieta con Bodegas Argentinas.

En ese sentido, destacó la necesidad de una "política de financiamiento de stocks" y destacó que el proyecto del Banco de Vinos del Gobierno provincial es una posible "gran solución". 

La mesa contó con la presencia de los ministros nacionales de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, y del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, y del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, junto al gobernador Rodolfo Suarez. Además, estuvo el secretario de Alimentos y Bioeconomía del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, Marcelo Alós.

El presidente de la entidad que agrupa al sector público y privado, y que este año sufrió un cortocircuito con Bodegas Argentina, señaló que, pese a todo, desde 2004, la imagen del vino argentino "creció en el mundo entero". “Producimos los mejores vinos que jamás hayamos producido y esto es reconocido en el mundo", sostuvo el nuevo titular de la Coviar.

Balances y pedidos de consenso

Miguel Ángel Leotta, presidente saliente de la institución, fue el primero en pronunciar su discurso, ante un público con una marcada presencia política y empresarial. Hizo un repaso de gestión. "Fueron años desafiantes, complejos y difíciles", aseguró, y rescató el trabajo llevado adelante por la corporación para evitar el impuesto interno al vino que se intentó aplicar durante el gobierno de Mauricio Macri y que generó una importante polémica en la industria.

En medio de la disputa con Bodegas Argentinas y otras asociaciones vitivinícolas por la elección de Zuccardi como presidente y de importantes críticas que se lanzaron contra Coviar, Leotta respaldó la "institucionalidad" y el trabajo que se ha gestionado en los últimos tres años.

"El trabajo hecho permitió un ahorro de entre $ 1800 y $ 2000 millones en toda la cadena vitivinícola como consecuencia de la reducción de las cargas laborales, la eliminación del impuesto a los vinos espumantes y la actualización del sello de alimentos argentinos", señaló.

La gestión al frente de la Coviar de Zuccardi estará marcada por la elaboración de un nuevo Plan Estratégico (PEVI) que demarque los objetivos para 2030. Su desarrollo se dará en medio de varias críticas contra los resultados del PEVI 2020. "El papel para escribir el Plan 2030 de la vitivinicultura está en blanco", indicó el presidente, e invitó a un consenso a las cámaras díscolas.

De esta manera, tanto Zuccardi como Leotta resaltaron en sus discursos la “institucionalidad” de la entidad, y llamaron al diálogo a todos los sectores y legisladores “para el crecimiento del área, con mesas abiertas y aceptando las críticas que ayuden a la construcción de una vitivinicultura mejor”. El empresario bodeguero consideró a la Corporación como una "innovación social", defendió su existencia y subrayó los beneficios que representó para el sector vitivinícola conformarse dentro de esta institución. "Los que no están institucionalidos son el eslabón más débil", aseguró.