“Elegí a (José) Valerio para que genere doctrina y gestión a partir de su paso por la Corte. No nos une una amistad, ni siquiera somos de la misma generación, pero sí un conocimiento. Me ha asesorado en muchas leyes de las que he enviado a Legislatura en el último tiempo. Pero no es un amigo como habitualmente se ha hecho en los últimos gobiernos. He buscado a alguien que tenga un criterio para colaborar en la resolución de los delitos en la provincia”.

Con estas palabras el gobernador de la provincia, Alfredo Cornejo, presentó a su postulante a integrar la Suprema Corte de Justicia tras la renuncia de Hermán Salvini. En cuanto a por qué no nombrar a otras personas, sobre todo por qué no elegir a una mujer, ya que el Máximo Tribunal no tiene ninguna entre sus miembros, Cornejo hizo hincapié en “la dureza de los fallos de Valerio” y en la confianza que tiene en que esta seguirá siendo, en el futuro, su forma de contribuir a mejorar la seguridad en la provincia.

“He buscado a alguien que tenga un criterio para colaborar en la resolución de los delitos en la provincia. Podríamos haber propuesto otras personas, mujeres u hombres. Me he inclinado por alguien a quien tengo confianza de que va a seguir la línea que ya demostró en sus sentencias, y que en el futuro va a tener la misma línea que necesitan los mendocinos en materia de seguridad. Sus fallos se pueden revisar. Garantizan el debido proceso de la defensa, pero son duros a la hora de las sanciones. Son públicos”, manifestó.
 

Experiencia

El gobernador recalcó que ha optado por una persona que, como Gullé, proviene del entorno judicial. Aunque tuvo un paso por la política y por la UCR (fue legislador), hace 29 años que ejerce la justicia y la docencia. Es profesor universitario en Derecho Constitucional y Procesal Penal. Además, Cornejo aclaró que Valerio se ha sometido a concurso para ser elegido camarista.
 

El postulante

Por su parte, el elegido para integrar la Suprema Corte dijo que valoraba la decisión de Cornejo, porque “como él dijo, podría haber elegido a alguien más joven y más amigo de la política partidaria, y al hacerlo de esta manera está dando una buena señal, más allá de quién sea el candidato, respecto de que los miembros de la Corte deben ser pensados en función de la necesidad de la sociedad”, señaló. 

Además dijo que hay que transformar estructuras en materia penal, unas ideas de organización, estructura y funcionamiento propias del siglo XIX. “Hay que modernizarlas y generar una política de fallos que sean claros, que sigan una línea, y no que los criterios tengan que ver con quién puede ser el imputado y quién la víctima. Todos saben cuál es la opinión que tengo, no hay nada nuevo. Si el Senado aprueba mi pliego, yo no voy a hacer nada distinto de lo que vengo haciendo. Podré mejorar, cambiar posturas, pero de ninguna manera voy a cambiar la idea que tengo del funcionamiento de la Justicia: esta es un servicio para la gente”.