El Plan Provincial de Ordenamiento Territorial recién estará listo en febrero del próximo año y será un paso más para lograr la plena implementación de la Ley de Uso del Suelo. Incluirá la descripción de dos modelos: el de la Mendoza actual y el de la provincia deseada.
El Plan Provincial de Ordenamiento Territorial será una herramienta clave para frenar el crecimiento desordenado y desequilibrado del territorio, y para evitar que la especulación inmobiliaria le siga ganando a la planificación. Ese modelo, que incluirá un diagnóstico provincial y el proyecto deseado para Mendoza, recién estará listo en febrero del próximo año y será un paso más para lograr la plena implementación de la Ley de Uso del Suelo.
Después de veinte años de discusiones y de la intervención de la comunidad científica para evitar que los intereses económicos impusieran un proyecto hecho a su medida, los legisladores aprobaron en 1999 la Ley de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo. Pero la norma, cuyo objetivo central es delinear una propuesta integral de desarrollo sustentable para la Provincia, aún no tiene plena vigencia.
Para que eso sucediera era necesario dar algunos pasos, como la conformación de la Agencia de Ordenamiento Territorial, que tendrá el máximo poder para hacer cumplir la ley. Los integrantes de este organismo, que son siete en total, ya fueron seleccionados, salvo su presidente, para lo cual el Gobierno lanzó el concurso de antecedentes.
El segundo paso para que la ley entre en plena vigencia es la confección del Plan Provincial de Ordenamiento Territorial, que contendrá los lineamientos básicos del proyecto de desarrollo sustentable de Mendoza. Con este material en la mano, cada municipio elaborará su propio plan de ordenamiento y determinará, por ejemplo, en qué zonas se podrá construir, cuáles estarán destinadas a cultivos y cuáles a la industria.
Un plan con tres patas
José Reta, vocal de la Agencia de Ordenamiento Territorial por el sector científico-técnico, confirmó que el plan provincial recién estará listo en febrero del 2014. La razón, según explicó, es que la ley prevé mecanismos de consulta y participación social para su elaboración, que no se pueden obviar.
El plan contendrá tres componentes básicos: el económico-social, el físico-biológico y el político-institucional. Los mismos fueron elaborados con el aporte del sector científico-técnico, de las comunas y de las organizaciones de base, cuyas opiniones se escucharon en los foros regionales.
El componente económico-social incluye una descripción de la realidad mendocina en estos dos tópicos imposibles de separar. En cuanto al aspecto físico-biológico, es un relevamiento de los recursos naturales y los usos del territorio. A esto se suma el componente político-institucional, que busca ordenar la administración, analizar las políticas nacionales y provinciales que tienen mayor impacto en cada región, así como impulsar el fortalecimiento de los municipios.
Otra de las áreas de trabajo con miras a lograr el plan provincial está centrada en el análisis de la normativas nacionales, provinciales y municipales relacionadas con el uso del suelo y la necesidad de que todas estén en sintonía.
Los profesionales también analizan los instrumentos políticos y administrativos que se utilizarán para lograr el desarrollo equilibrado del territorio, como son las evaluaciones ambientales o las zonificaciones que se establecerán para cada comuna.
Reta comentó que en una primera etapa se concentraron en la descripción del modelo actual de Mendoza, un diagnóstico necesario que estará listo en octubre. En la segunda etapa, la labor se centrará en la descripción del modelo deseado, donde se deberán contestar preguntas de fondo como hacia dónde se crecerá, en qué sectores, qué rubros y actividades tienen mayor potencial y cuáles son los recursos naturales disponibles para lograr esos objetivos.
Para el vocal de la agencia y doctor en Gestión Ambiental, es necesario analizar a fondo las posibilidades de los modelos de crecimiento a seguir, teniendo en cuenta que la población está concentrada en los oasis, que solo representan el 4 por ciento del territorio provincial.
El material con que elaborarán el plan estará incluido en el Sistema de Información Ambiental Territorial (SIAT), al que podrá acceder cualquier ciudadano. Esto permitirá compartir estudios que durante años solo estuvieron al alcance de especialistas en la materia.
Cuando esté listo el Plan Provincial de Ordenamiento Territorial será el turno de los municipios, que deberán elaborar sus propios planes. Para lograr esto, la ley prevé su fortalecimiento institucional a través de financiamiento, equipamiento y capacitación para que puedan conformar sus oficinas de ordenamiento territorial, que no existen en muchas de las comunas.
Recién cuando se cumplan todos estos pasos, Mendoza estará más cerca de lograr la plena implementación de la Ley de Uso del Suelo y Ordenamiento Territorial, un mecanismo clave para frenar el crecimiento desordenado y desequilibrado del territorio, que tiene graves consecuencias para cientos de pobladores mendocinos.