La mitad de los niños y niñas de menos de 6 años que vive en algunos de los departamentos del Gran Mendoza tiene caries, es decir que llegan al preescolar con un problema de salud instalado. Así lo determinó una investigación que realizó un grupo de profesionales de la Facultad de Odontología de la UNCUYO.

Los profesores trabajaron dos años para determinar la prevalencia de caries tempranas en los menores de seis años, ya que hasta el momento sólo existían estadísticas de los que ingresaban al sistema educativo.

La titular de la cátedra de Odontopediatría I y directora del trabajo, Claudia Nélida Fernández, explicó que la prevalencia de caries en la población estudiada es muy alta y que es necesario poner en marcha medidas de prevención para mitigarla.

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Los resultados

El muestreo incluyó a una población de 404 niños y niñas que durante 2015-2016 asistieron a los centros del Servicio Educativo de Origen Social (SEOS). Los profesionales determinaron desde las lesiones más pequeñas hasta las más graves, teniendo en cuenta un indicador clásico denominado CEOD (cariado, extracción indicada, obturado).

Los resultados mostraron una prevalencia del 50 % de caries cuando consignaron las lesiones de esmalte y dentina (más leves) y del 40 % cuando tomaron lesiones cavitadas (las más severas).

Con el trabajo, que financió la Secretaría de Investigación, Internacionales y Posgrado de la UNCUYO, también se determinó que la cantidad y severidad de las lesiones se incrementan a medida que el niño crece. Es decir, las mismas se duplicaron en el tercer año de vida, se cuadruplicaron en el cuarto y se quintuplicaron en el quinto, con lo cual ingresan al preescolar con indicadores de caries muy altos.

La población estudiada –que estadísticamente representa una muestra de los pequeños que viven en Gran Mendoza– padece lo que se denomina "caries de la infancia temprana", una enfermedad que afecta a los menores de 6 años. Se la considera un patrón de predicción de caries en la dentición permanente.

Fernández definió la enfermedad como compleja y explicó las razones. Dijo que el abordaje del tratamiento es problemàtico sobre todo por la edad de los pequeños, que el sistema de salud no está preparado para recibirlos, no sólo por la saturación que experimenta, sino también porque no existen muchos profesionales formados en esta especialidad.

La profesional subrayó la importancia de encender una señal de alerta y poner en marcha medidas preventivas lo antes posible, inclusive desde los programas de maternidad. Por otro lado, señaló la necesidad de trabajar con los pequeños que ya tienen alguna lesión para frenar el proceso y que no se transforme en grave.

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Razones múltiples  

Fernández comentó que esta enfermedad se considera compleja debido a que responde a una combinación de factores, pero sin duda, el principal es la forma en que comemos, no sólo en Argentina, sino en todo el mundo occidental. La sobreingesta de azúcar es uno de los aspectos centrales que, si bien afectan a toda la población, tiene consecuencias graves en los pequeños.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2016 alertó sobre la necesidad de reducir la ingesta de azúcar, que no debe superar el 10 % del consumo calórico general, siendo lo ideal el 5 %.

La profesora explicó que el porcentaje de azúcar para un niño no debe superar las 5 a 7 cucharaditas por día. Por el contrario, explicó que una cajita de jugo tiene entre 8 y 10, y una lata de gaseosa, alrededor de 12, a lo que se suma el azúcar que tienen el yogur, las galletas y todo lo que pueda comer el niño en un día. Recalcó que el problema es que enseñamos a los pequeños a que coman por el sabor dulce, por lo que es necesario modificar hábitos y conductas, una tarea que no es fácil.

Aunque se trata de una tarea a largo plazo, Fernández subrayó la importancia de trabajar con las familias. Esto, teniendo en cuenta que la sobreingesta de azúcar y de grasa no sólo está asociada a la caries, sino a otras enfermedades complejas, como la obesidad o los problemas cardiovasculares, por lo que estas acciones permitirían prevenir más de una problemática. 

Servicios abiertos a la comunidad

La Facultad de Odontología de la UNCUYO cuenta con diversos servicios para la atención de los niños, niñas y sus familias. Estos son: las dos cátedras de Odontopediatría, donde se atiende a niños de entre 6 y 9 años; el Centro Odontológico Materno Infantil (Comi), donde atienden a embarazadas, bebés y niños de hasta 5 años; la carrera de Especilización en Odontología para Niños y Adolescentes, donde se resuelven todo tipo de problemáticas, y el Servicio de Atención Odontológica al Discapacitado (CAOD).

Los interesados en concurrir a cualquiera de estos servicios pueden solicitar un turno llamando al 4494053.