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20 DE DICIEMBRE DE 2024
Fue durante el juicio contra Mariano Luque. Sus amigas dijeron que la joven no les habló de ningún problema y aseguraron -al igual que el chofer- que se bajó en la puerta de la finca, que los perros salieron ladrando al escucharla y que la calle estaba desolada.
Johana y sus compañeras se subieron al micro en la puerta de la escuela Virgen del Rosario. Foto: Axel Lloret.
El 4 de septiembre de 2012 fue un día de clases como cualquier otro en la escuela Virgen del Rosario. Johana Chacón estaba igual que siempre, no les contó a sus confidentes que tuviera algún problema. A las 14.45 se subió con sus compañeras al micro, se ubicó en el primer asiento con una amiga y quedaron en juntarse en la tarde para hacer los deberes. A las 15 se bajó en la puerta de la finca donde vivía, se encaminó a la tranquera para entrar y los perros salieron ladrando a recibirla. A esa hora de la siesta, la calle Rama 4 estaba desolada, no había ninguna persona ni automóvil circulando por el lugar. Ese fue el relato en el que coincidieron sus compañeras y el chofer del colectivo que la trasladó, frente al tribunal que juzga a Mariano Luque por el homicidio de la adolescente.
El tribunal colegiado, integrado por Rafael Escot, Gonzalo Guiñazú y Aníbal Crivelli, presidió otra audiencia del juicio oral y público contra Mariano Luque, acusado de asesinar a la adolescente y que cumple una condena a 12 años por el homicidio de Soledad Olivera. El hombre fue imputado sobre la base de la declaración de su expareja y hermana de la niña, Beatriz Chacón, quien declaró en 2015, y ratificó en el actual proceso, que el obrero ahorcó a su hermana delante de ella, quemó su cuerpo y luego lo enterró.
Un día como cualquier otro
Con la presencia del fiscal Alejandro Iturbide, de los defensores María del Carmen y Armando Aguilar y de los querellantes Fernando Peñaloza (por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación) y Viviana Beigel y Pablo Salinas (por la Asociación para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos Xumek), se realizó una nueva audiencia del proceso que comenzó el 19 de septiembre.
Las partes escucharon el testimonio de Lucía Mariel González, amiga de Johana, y el de Daniel Moyano, el chofer que las trasladó desde la escuela hasta sus casas. Ambos coincidieron en la reconstrucción de las últimas horas en que vieron a la niña.
Lucía contó al tribunal que el 4 de septiembre de 2012 fue un día normal en la escuela, que no advirtió nada raro en Johana ni le dijo que tuviera algún problema, que siempre era muy alegre y divertida. “Nos subimos todos al micro, yo vi que se bajó en la puerta de su casa, vi que abría el portón, pero no la vi entrar. No había nadie en la calle”, fueron las palabras de la joven.
Beatriz Chacón volvió a acusar a Luque
Durante el juicio por el homicidio de su hermana Johana, la joven desestimó una grabación aportada por la defensa y ratificó que el hombre ahorcó a su hermana. Se tomaron las muestras para un cotejo de ADN.
La chica también contó que Johana nunca le comentó de ningún problema con Luis Curallanca, padrastro de Luque, ni que quería irse de la finca donde vivía. Además, explicó que Mariano Luque, el acusado, le prestaba el teléfono a la chica para jugar y enviarle algún mensaje a ella, y que en un momento Johana le comentó que tenía miedo de que se separara de su hermana Beatriz, porque vio que el obrero se enviaba mensajes con Soledad Olivera.
La adolescente contó que Johana no se llevaba bien con su padre biológico, que cuando los hermanos vivían con él no estaba mucho en la casa y que en muchas oportunidades iban a la de ella a comer, ya que eran vecinas.
En la audiencia también brindó su testimonio el padre del acusado, Mariano Dante Luque, quien aseguró que su hijo es inocente. Además, explicó que el obrero le presentó a Beatriz Chacón como su pareja y que estaba muy contento cuando ella quedó embarazada de mellizos, que fallecieron poco después de nacer.
El tribunal también escuchó a Jorge Alberto Recalde, propietario de la finca en Tres de Mayo, quien aseguró que tanto Curallanca como su hijastro eran buenos trabajadores y nunca tuvieron inconvenientes. Pese a esto, explicó que fueron despedidos por los problemas que le causó a la firma el inicio de los procesos contra Luque.
El hombre dio detalles de la maquinaria que había en la finca, reconoció a través de fotografías algunos elementos y explicó el trabajo que hacían en el lugar Curallanca y su hijastro.
Caso Chacón: testigos relataron las últimas horas de Johana
Verónica Gordillo, periodista de Unidiversidad, informó lo que sucedió en una nueva audiencia del juicio. Una compañera de la escuela y el chofer del colectivo contaron que la calle donde se bajó la joven del colectivo estaba desolada.
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