Sobrevivientes de abusos sexuales y demás vejaciones cometidas por curas y empleados del Instituto Próvolo, que funcionaba en Luján de Cuyo, partirán este viernes al mediodía desde el aeropuerto internacional de la ciudad de Mendoza rumbo a Ginebra, Suiza. Con el acompañamiento de sus abogados Lucas Lecour y Sergio Salinas, ambos miembros de la organización Xumek, presentarán el caso ante el Comité Contra la Tortura y el Comité de los Derechos del Niño, organismos de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Luego de exponer en Ginebra los pormenores del caso, tanto en lo que hace a los hechos por los que fueron juzgados y condenados los curas Nicola Corradi y Horacio Corbacho como en lo que hace al encubrimiento manifiesto de las más altas autoridades eclesiásticas argentinas y del Vaticano, la comitiva viajará a Roma. Allí tienen pautado un encuentro con sobrevivientes y organizaciones que luchan contra el abuso eclesiástico. A la vez, procurarán acceder a hablar con el papa Francisco, el que sin embargo aún no ha respondido a una solicitud de audiencia cursada con anticipación.

Según informaron desde la propia delegación que viajará a Europa, el viaje se extenderá hasta el sábado 22 de febrero y fue posible gracias a la invitación que les realizara la organización internacional Ending Clergy Abuse (ECA), que nuclea a diversos colectivos de sobrevivientes de todo el mundo. A las 12, las víctimas de abuso eclesiástico del Próvolo Mendoza acompañarán la conferencia de prensa de Xumek, prevista para las 12, en el Aeropuerto El Plumerillo. A las 17, también se replicará una conferencia pública en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, explicando los detalles e itinerario del viaje.

La condena

A fines de noviembre pasado, los curas Horacio Corbacho (59) y Nicola Corradi (83) fueron condenados a la pena de 45 y 42 años de prisión respectivamente, y el jardinero Armando Gómez (49), a 18 años, por los abusos sexuales cometidos contra niños sordos y niñas sordas dentro del instituto. El veredicto fue dictado en Mendoza por los jueces Carlos Díaz, Mauricio Juan y Aníbal Crivelli, en lo que representa una condena emblemática contra la iglesia y que tuvo una amplia repercusión mundial.