En 1954 se instauró en Paraguay una de las dictaduras más extensas de toda Latinoamérica. El gobierno de facto de Alfredo Stroessner se perpetuó en el poder hasta 1989. El secuestro y violación de jóvenes de 10 a 15 años es uno de los delitos menos investigados durante ese período. Según el informe de la Comisión de Verdad y Justicia (CVJ), estos crímenes tiene poca documentación porque las víctimas sienten “mucha culpa y vergüenza”.

Última Hora publicó el testimonio audiovisual de Julia Ozorio, quien a los 12 años fue secuestrada de su propio hogar en febrero de 1968 por el coronel Pedro Julián Miers. El video registra las inmediaciones del Museo Virtual Meves (Memoria y Verdad sobre el Stronismo), donde Ozorio fue esclava sexual durantes dos años.

Las declaraciones de la víctima revelan que las autoridades del gobierno de facto estaban implicadas en estos casos. Según Ozorio, Pedro Julián Miers, excomandante del Regimiento Escolta Presidencial, mantenía un harén con niñas de entre 10 y 15 años. Stroessner también estaba involucrado ya que “las más finas eran traídas a él, para ser violadas”.

“Los militares cazaban niñas y las arrancaban de su hogar a cambio de puestos en instituciones públicas a sus parientes. Nadie podía decir nada. Éramos violadas sin piedad. No querían a nadie que tenga más de 15 años, porque decían que ya tenían huesos duros”, narra la víctima entre otras declaraciones.

Según Rogelio Goiburú, titular de la Dirección General de Reparación y Memoria Histórica, estos crímenes siguen envueltos en una nebulosa y deben investigarse más a fondo. “En la Comisión de Verdad y Justicia se recogieron algunos testimonios, pero las víctimas aún tienen vergüenza y temor”, destaca Goiburú.