El pasado 23 de febrero, las portadas de los principales diarios, los títulos de los noticieros matutinos y los boletines de las radios hablaban de lo mismo: el presidente de la Nación, Mauricio Macri, había “habilitado” al Congreso a debatir una ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo. Finalmente, el séptimo proyecto para legalizar el aborto fue presentado en la gran casa de leyes y se han realizado multitudinarias manifestaciones, declaraciones y cartas abiertas para que diputados y diputadas nacionales legalicen esta práctica.

Actrices, músicas, escritoras y becarias e investigadoras del Conicet son algunas de las que se han organizado para manifestarse y expresar por escrito sus posiciones a favor de la despenalización y legalización del aborto. También se sumaron la Sociedad Argentina de Medicina (SAM), el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) e incluso algunos sectores de la Iglesia Católica.

Las actrices argentinas fueron unas de las primeras: aproximadamente 410 de ellas firmaron una Carta Abierta que fue leída en la primera jornada de debate en el Congreso por Carla Peterson, Griselda Siciliani y Verónica Llinás. Muriel Santa Ana, Jazmín Stuart, Victoria Onetto y Nancy Duplaá fueron otras de las firmantes.

Por otro lado, la Sociedad Argentina de Medicina –que comenzó a gestarse en la década del 70 por médicos residentes investigadores– se pronunció a favor del aborto legal, seguro y gratuito el pasado 13 de abril. Los y las profesionales de la salud pusieron el foco de su argumentación en el hecho de que hay alrededor de 50 mil internaciones anuales derivadas de los abortos clandestinos.

La SAM expuso que el aborto clandestino e inseguro es la principal causa directa de muerte de las mujeres que cursan un embarazo y que se calcula que en Argentina se realizan entre 400 y 500 mil abortos al año, lo que significa más de un aborto cada dos nacimientos. Además, esta Sociedad manifestó que la despenalización de la práctica no pronosticaría un mayor número de abortos.

Asimismo, escritoras argentinas se sumaron al grito colectivo. Entre las firmantes se encuentran Beatriz Sarlo, Hebe Uhart, Luisa Valenzuela, María Moreno, Clara Obligado, Maristella Svampa, Matilde Sánchez, Patricia Kolesnicov, Florencia Canale, Marina Mariasch, Inés Garland, Paula Pérez Alonso, Selva Almada, Ingrid Beck, Paula Rodríguez, Florencia Abbate, Elsa Osorio, Fernanda García Lao, Margarita Robayo, Constanza Novick, Silvia Schujer, María Ines Krimer, Silvia Plager y Liliana Lukin.

Otro organismo importante en expresarse en este sentido fue el CIN, conformado por funcionarios de las universidades públicas de todo el país. “Más allá de las diferentes posiciones políticas, creencias religiosas o identidades culturales, la sociedad argentina ha reconocido la importancia de la planificación familiar y el derecho de las mujeres sobre su cuerpo. La necesidad social de avanzar en la despenalización del aborto es un problema de salud pública que debe tratarse en el marco del acceso universal e igualitario a la salud en tanto derecho humano insoslayable que debe ser garantizado por el Estado nacional”, se asegura en el manifiesto firmado por rectores y rectoras de las Universidades Nacionales de Cuyo, La Plata, Buenos Aires, Córdoba y Rosario, entre tantas otras.

La última carta abierta firmada masivamente a nivel nacional fue la de 281 músicas, entre las que participaron Sandra Mihanovich, Patricia Sosa, Valeria Lynch, Marilina Ross y Brenda Martin, entre otras.

En contra de la legalización

Desde que Macri dio vía libre para el debate entre los legisladores, también ha habido organizaciones y personalidades que se han mostrado en contra de la legalización del aborto. Fue el caso de médicos mendocinos que presentaron un breve manifiesto en la Legislatura en contra de cualquier tipo de legislación que habilite la práctica del aborto sin una consecuente penalización. En ese sentido también se pronunció la Academia Nacional de Medicina, creada en 1822 por Bernardino Rivadavia.

La Iglesia Católica también es uno de los sectores que con más ímpetu se expresa a favor del aborto penalizado. De hecho, el pasado 21 de abril, la Conferencia Episcopal manifestó –al final de una asamblea– que “una Nación democrática, moderna y progresista debe tener la capacidad, el ingenio y la creatividad de buscar soluciones nuevas que resuelvan los problemas, sin necesidad de matar o ‘interrumpir’ vidas de seres humanos”.

No obstante, otros sectores de la Iglesia –como El Colectivo de Teología de la Liberación y el grupo Católicas por el Derecho a Decidir– se han expresado a favor del debate y la aprobación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo.

Sectores de la Iglesia que están a favor de que el aborto sea legal

Soledad Deza, integrante del grupo de mujeres católicas que apoyan el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo, indicó que hay una "flexibilización" de esta institución religiosa frente al debate.