En una jornada con reuniones bilaterales de alto calibre, Mauricio Macri se reunió este jueves con el presidente ruso, Vladimir Putin, y con su par de China, Xi Jinping, con la expectativa de captar nuevas inversiones para el país. Más tarde, el jefe del Estado argentino se encontrará con el primer ministro de la India, Narendra Modi.

El tema principal entre el mandatario argentino y Vladimir Putin fue el proyecto que busca el intercambio comercial e inversiones entre ambos países. Según detallaron fuentes cercanas, el encuentro fue positivo.

Sin embargo, la reunión con Putin estuvo cerca de caerse por la demora del ruso. El encuentro estaba pautado para las 16 (las 11 de nuestro país), pero pasaron 45 minutos hasta que Putin dio el OK para que la comitiva argentina partiera del Hilton al Four Season, donde se desarrolla la bilateral. Es una constante de Putin, que atesora el récord de haber hecho esperar 45 minutos al estadounidense Donald Trump, más de una hora al papa Francisco y dos horas el primer ministro japonés, Shinzo Abe. Si continuaba la espera, la bilateral iba a caerse, porque Macri tiene prevista otra reunión con el presidente Xi para las 17.45 (las 12.45 de la Argentina) y ese encuentro es considerado prioritario para el Gobierno.

Lo cierto es que en materia comercial, pero particularmente en lo que hace a las inversiones, la relación con Rusia es marginal o ínfima, en este último caso. Las inversiones rusas en el país apenas superaron los USD 20 millones en 2008 y desde entonces cayeron año tras año, hasta llegar a apenas USD 4 millones en 2015.

En cuanto al ámbito comercial, la Argentina le vendió productos a Rusia en 2017 por USD 510 millones, básicamente en frutas, vísceras y pescados. Lo que pretende Macri es abrir mercados para maquinaria agrícola, cortes vacunos de calidad y lácteos procesados. Rusia, por su parte, le vendió a la Argentina productos por USD 341 millones, lo que dejó un saldo favorable de USD 169 millones para nuestro país. Pero, teniendo en cuenta los 144 millones de habitantes rusos, las posibilidades de negocios para la Argentina están por encima de las realidades.

La reunión con Xi Jinping

Finalizada la reunión con Putin, la comitiva argentina salió disparada al encuentro con el presidente chino Xi Jinping,en el imponente Hotel Michelangelo, prácticamente tomado por la extensa delegación de funcionarios y empresarios chinos.

Es el encuentro más importante de la jornada para Macri, por lo complejo del entramado de las relaciones entre ambos países. Por un lado, la Argentina exportó productos a China por USD 4325 millones en 2017, al mismo tiempo que importó por USD 12 314 millones, lo que generó un saldo deficitario de USD 7989 millones. La "guerra comercial" planteada por Trump a Xi podría dar pie a nuevas oportunidades para los productos locales.

Por otra parte, desde 2012, China mantiene inversiones en el país que superan los USD 600 millones cada año. El Gobierno dio un paso adelante en 2017 con el acuerdo de inversión que firmó por USD 30 000 millones y que involucra proyectos chinos en redes ferroviarias, trenes, minas de oro, extracción de litio y autos eléctricos. La estatal china Cnooc, además, se aseguró acceso a las cuatro principales cuencas de hidrocarburos del país a través del 40 % que adquirió de Bridas y los acuerdos con Pan American Energy y Axion Energy.

Pero la paralización de obras en las represas Cepernic y Kirchner, en Santa Cruz, por el ajuste encarado por el Gobierno y demandado por el FMI, tensionan parte del entramado de inversiones anterior. China apadrina la construcción de ambas represas y ató esos proyectos por una cláusula de "cross default" con las inversiones por casi USD 4000 millones en la renovación del Belgrano Cargas. Si uno cae, también cae el otro. Las gestiones argentinas para evitar que eso suceda ya están iniciadas.

La agenda incluía temas más amenos, como la intención de Macri de lograr la apertura de los mercados chinos para carnes y cerezas argentinas, así como el fortalecimiento del intercambio turístico con nuevas rutas áreas. De fondo está la intención de avanzar en un acuerdo entre el Mercosur y China como el planteado frente a la Unión Europea.

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El primer mandatario argentino fue invitado a la Décima Cumbre del bloque que integran Brasil, Ruisa, India, China y Sudáfrica. Su rol como presidente del G20.