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23 DE DICIEMBRE DE 2024
La Justicia dictaminó la prisión preventiva para la religiosa acusada de facilitar los abusos sexuales en el Instituto Próvolo, por lo que continuará tras las rejas.
La monja japonesa del Instituto Próvolo, Kosaka Kumiko, estuvo prófuga más de un mes, hasta que se entregó en Buenos Aires. Foto: La Nación.
La jueza de Garantías Alejandra Alonso determinó que la monja Kosaka Kumiko, acusada de entregadora y encubridora de los abusos denunciados en el Instituto Próvolo para niños hipoacúsicos, continuará presa en el penal de Agua de las Avispas, de Cacheuta, hasta la realización del juicio oral. A la religiosa se le dictó la prisión preventiva pedida por el fiscal Gustavo Stroppiana.
Este miércoles 24 de mayo, la magistrada, luego de hacer lugar a pruebas presentadas por la fiscalía y la querella, le negó a la monja la libertad sugerida por su abogado, Carlos Varela Álvarez. Alonso tomó esta determinación porque consideró que Kumiko está acusada de delitos "graves" y existen indicios para entender que la monja podría no someterse a proceso. Además, dejarla en libertad podría entorpecer la investigación ante la posibilidad de que tuviera contacto con las víctimas.
Sergio Salinas, uno de los abogados querellantes, dijo a Unidiversidad: "Para tomar esta decisión, la jueza se basó en tratados internacionales de Derechos Humanos, especialmente en los que protegen a los niños con discapacidades y también por la coherencia de las pruebas en sí mismas".
La religiosa del Próvolo se encuentra detenida desde que se entregó a la justicia en Buenos Aires a principios de mayo, luego de estar prófuga desde el 31 de marzo. Días después fue trasladada a Mendoza. Está imputada por ser partícipe primaria de abuso sexual agravado por la guarda y corrupción de menores. La acusación en su contra se basa en testimonios de víctimas que la señalaron como quien los sometía a castigos físicos y facilitaba y encubría los abusos.
En sus declaraciones, Kumiko ha expresado ser inocente. Ha contado que trabajó en el instituto de Luján desde 2004 hasta 2012, y que las todas las actividades que realizaba en el lugar fueron lícitas, que velaba por los niños y que jamás tuvo ningún inconveniente ni llamado de atención.
Salinas sostuvo que la defensa hace bastante tiempo presentó el pedido de prisión domiciliaria para la monja perteneciente a la Congregación Hijas de María Santísima del Huerto, pero que no hay motivos suficientes para que se la otorguen. Agregó: "No tiene más de 70 años ni una enfermedad, no existen razones, espero que no se la den".
La investigación por el caso Próvolo se inició a fines de 2016 y permanecen imputados y en prisión, acusados de abuso, los sacerdotes Nicola Corradi y Horacio Corbacho, y los empleados José Luis Ojeda, José Bordón y Armando Gómez. El único que cumple prisión preventiva domiciliaria es Corradi, por su edad (tiene 82 años) y porque desmejoró su estado de salud cuando permaneció en la cárcel de Boulogne Sur Mer.
El viernes 26 se realizará una nueva Cámara Gesell con una de las víctimas y una inspección en el instituto. Además, se han aportado algunas pruebas nuevas, como unos videos en los que se observa a las monjas jugando con los niños en una habitación que sería donde dormía Horacio Corbacho, según explica Sitio Andino.
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