Los informes determinaron que la prueba de ADN realizada a los restos de semen hallado en ropa interior infantil en el Instituto Próvolo es de uno de los exadministrativos imputados. Por una disposición legal, la identidad del hombre no puede trascender.

El material genético del exadministrativo del instituto, que es hipoacúsico, fue hallado en una bombacha de una exestudiante; la prenda se encontró en uno de los allanamientos. Se trata de un peritaje fundamental que lo compromete aún más en los casos de abuso sexual que se están investigando, como así también los de corrupción de menores.

Al respecto, fuentes judiciales aseguraron que, si bien las pericias direccionan a una sola persona y no al resto de los hombres involucrados, "el hallazgo de una prenda íntima con restos de semen habla de la situación de promiscuidad, falta de control y omisión por parte de quienes tenían que controlar lo que pasaba en el colegio".

Por otra parte, si bien se logró determinar de quién es la muestra de semen, todavía no se puede saber a quién pertenece esa prenda, pero Barrera sostuvo que esto es una prueba y un avance importantísimo en la investigación. Para solucionar dicho contratiempo, la querella solicitará que se haga una ronda de reconocimiento de objetos con la intención de que los padres de los jóvenes denunciantes determinen si la prenda íntima pertenece a alguno de sus hijos.

Cabe destacar que el exfuncionario del Instituto Próvolo está detenido en el penal de Almafuerte, separado del resto de los sospechados para proteger su integridad física y mental.

El caso Próvolo está en plena etapa de investigación. Todavía resta analizar gran cantidad de pruebas, como por ejemplo los peritajes en computadoras y rollos fotográficos encontrados en la sede del Instituto ubicado en Luján de Cuyo, por lo que el fiscal del caso, Gustavo Stroppiana, solicitó una prórroga del plazo probatorio.