Ansiedad, angustia, miedo a contagiar a un familiar, insomnio, disminución de ingresos: esos son algunos de los  impactos de la pandemia de COVID-19 sobre los profesionales de la salud, de acuerdo a una encuesta que realizó la Fundación Cardiológica Argentina (FCA).

De acuerdo a un artículo del sitio Infobae, la entidad encuestó a 2 mil profesionales de la salud de todo el país acerca de los efectos emocionales, sociales y económicos que experimentaron desde que comenzó la pandemia de COVID-19.

En el artículo citado, el presidente de la FCA, Jorge Tartaglione, también advirtió que los profesionales enfrentan discriminación. “Lo profesionales de la salud han mostrado una absoluta entrega, sin embargo, muchos enfrentan situaciones de discriminación por el trabajo que realizan y deben convivir a diario con el miedo a contagiar a sus seres queridos”. Se trata de una realidad adversa que merece la atención tanto de las autoridades nacionales como de los directivos de instituciones sanitarias y de la población en su conjunto”, expresó.

Trabajadores de terapia intensiva: "No podemos más"

"Los recursos para salvar a pacientes de coronavirus se están agotando (...) No podemos más, nos están dejando solos", advirtieron desde la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) a través de una contundente carta pública. Las y los trabajadores que día a día enfrentan la pandemia remarcaron que los recursos tecnológicos y humanos son cada vez más escasos.

Los resultados

De acuerdo a los resultados del trabajo, 82% de los consultados consideró que su trabajo le generó algún tipo de impacto emocional a causa de la situación de pandemia. Y los mencionaron: miedo a contagiar a sus familiares, por lo cual un 44% debió mantenerse aislado de algún integrante de su círculo íntimo, ansiedad, insomnio y tristeza.

Una de las autoras del trabajo, la psicóloga Analía Carril, puso el acento sobre la necesidad de atender los padecimientos de los profesionales. “En la ansiedad también se juega la angustia, y esa ansiedad nos llena de dificultades a la hora de trabajar: dificulta el descanso, lo cual hace que al día siguiente arranquemos cansados, tengamos menos concentración, menos capacidad para retener, menos memoria y, a raíz de la ansiedad, podemos desarrollar diferentes síntomas físicos. El estrés y la ansiedad sostenidos generan síntomas y, a veces, patologías severas”, explicó.

Primera línea contra la pandemia: los profesionales de la salud piden ser cuidados

A la par que trabajan para la salvaguardar la salud de mendocinas y mendocinos, los médicos y médicas arriesgan su propio cuerpo. Hasta el miércoles 1 de abril, en Mendoza había 25 casos confirmados de coronavirus y dos personas fallecidas.

Carril enumeró dos factores que pueden colaborar en esta situación. El primero fue que los profesionales se sientan cuidados por las autoridades y sus empleados; y el segundo, que pongan en práctica técnicas de relajación, estiramiento, actividad física, meditación, manejo del humor, de la alegría, de la desconexión, que es una forma de preservarse ante la responsabilidad que implica su labor diaria.

En cuanto al primer factor subrayó: “En este momento somos la línea de fuego y estamos batallando esta guerra. Estamos poniendo el cuerpo frente a cada paciente más que nunca, necesitamos saber que las personas que toman decisiones están enteradas de nuestra realidad y necesitamos sentirnos cuidados por nuestros empleadores”, recalcó.

Pese a estar al frente de la pandemia, 3000 profesionales de la salud no están contratados

Claudia Iturbe, secretaria adjunta de la Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud (Ampros), habló sobre la situación de médicos y enfermeros a raíz de los recortes de salarios y retrasos de pagos en distintos centros privados y públicos del país, justo cuando este sector está trabajando mucho más y con mayor exposición tras la aparición del nuevo coronavirus.

Baja en la remuneración

A las consecuencias emocionales que consignó la encuesta se suman las económicas, ya que 70% de los profesionales refirió que sus ingresos se vieron disminuidos desde marzo a la fecha y en un 38% de los casos esas reducciones fueron de entre el 25 y el 50%.

Frente a este panorama, 74% de los encuestadores aseguró que las instituciones en las que trabajan no dispusieron ninguna medida para mitigar esta situación de baja del salario.