Más energía, mejor irrigación, más empleo e inversiones y una mejor calidad de vida para el sur mendocino: estas son las promesas que trae la inminente construcción de la central hidroeléctrica Portezuelo del Viento. Sin embargo, todo un pueblo del departamento de Malargüe quedará bajo el agua si esta obra se concreta. A los habitantes de la zona les han prometido la “mudanza” de ese sector hacia el perilago, pero la incertidumbre de los pobladores no cede y el silencio oficial continúa.

Danilo Giménez es director de la Escuela 8-497 Bernardo Houssay, ubicado en la localidad malargüina de Las Loicas. Este pueblo se ubica a 15 kilómetros, aproximadamente, de donde se construirá Portezuelo, y –por la magnitud de la obra– todo el lugar, incluso el establecimiento educativo que dirige, quedaría bajo agua. Además, Las Loicas está hacia el oeste de Río Grande, por lo que es una región muy cercana al límite con Chile.

El docente comentó a Unidiversidad que en la localidad viven alrededor de 150 personas en aproximadamente 30 casas de familia, y que los organismos que han realizado estudios de impacto social y ambiental les han asegurado que, si se construye Portezuelo, Las Loicas se trasladará y se construirán nuevas viviendas, centro de salud y escuela, entre otras obras.

Sin embargo, el hecho de que no se sepa si la obra se realizará o no y de que no se les haya prometido nada por escrito generan incertidumbre en la población. “Hace más de diez años que está el proyecto y nunca habíamos visto ningún movimiento, pero ahora están trabajando en la zona y se hacen relevamientos, así que la gente está un poco más ansiosa. No sabe qué va a pasar y, en general, creen que realmente se va a hacer Portezuelo”, comentó Danilo Giménez.

En cuando a la escuela en la que trabaja, explicó que tiene un total de apenas 27 estudiantes y que la gente está emigrando a otros lugares por otras razones. Esta situación, según el director del establecimiento, empeorará si se realiza la obra porque él cree que serían cada vez menos los niños que asistan.

Además, Giménez señaló que el Paso Internacional El Pehuenche también quedaría bajo el agua del dique, y que constituye otro riesgo para los habitantes del lugar debido a que es una zona sísmica y el paredón de la represa tendría una altura de alrededor de 120 metros. Al respecto, el docente recordó la fuerza con la que se sintió el sismo de Chile en febrero de 2010.

Ubicación en el mapa de Las Loicas. Hacia el oeste se observa la frontera entre Argentina y Chile y, apenas hacia el este, el río Grande, donde se levantaría el embalse Portezuelo del Viento.

Un problema para la economía de la región

Giménez explicó también que el problema no es solamente trasladar a todo el pueblo, sino que Portezuelo del Viento también abarcaría toda la región de pastoreo. El entrevistado explicó que toda la economía de la región es netamente ganadera y se basa en la cría de ganado caprino y bovino, pero los sectores en los que se hace la llamada “veraneada” también quedará bajo el agua.

“Prácticamente todas las personas se dedican a eso y además estamos muy cerca del límite con Chile, así que no hay muchos lugares adonde podamos movernos”, explicó Giménez. Agregó que la situación hace difícil reubicar, además de a la gente, a todo el ganado.

La situación actual del proyecto

La construcción de la central hidroeléctrica está prevista en el presupuesto 2018 que presentó el Gobierno Nacional y que debe ser tratado en el Congreso. Según el diputado nacional por Mendoza, Luis Petri, hay más de 600 millones de pesos destinados a esta obra pública.

No obstante, a pesar del empuje y la ansiedad de los Ejecutivos nacional y provincial porque se concrete el proyecto, aún existen dos pedidos de laudo por parte del gobierno de La Pampa, de los cuales uno aún está en proceso de ejecución de informes por parte de algunas provincias. La decisión final la tendrá, según indican las normas del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco), el presidente Mauricio Macri.

Portezuelo sí tiene presupuesto, pero no fecha

El subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, Pablo Bereciartua, estuvo en Mendoza y consideró que hay que ser prudentes en cuanto a los tiempos de los procesos previos de esta obra.

Una ley para asegurar las presas

El lunes 9 de octubre se realizó en Mendoza una jornada de presentación de la Ley de Seguridad de Presas. Sobre la misma, el senador nacional por Mendoza Julio Cobos, que firmó el convenio para la construcción de Portezuelo del Viento cuando era gobernador y Néstor Kirchner, presidente, destacó en esa ocasión que en nuestra provincia hay gran cantidad y variedad de este tipo de construcciones hidroeléctricas.

Cobos también dijo que en Mendoza tenemos experiencias de desastres de presas, como la ruptura del embalse Frías en 1970 y algunos inconvenientes con el Dique Potrerillos. Además, señaló que en el contexto actual de cambio climático, existe mucha incertidumbre acerca de las variables que se deben tener en cuenta a la hora de calcular riesgos cuando se construye una presa.

Sin embargo, el exgobernador subrayó que “el objetivo del Gobierno Nacional es encontrar un mecanismo, a partir de una ley, que abarque y otorgue solución legal e integral a las responsabilidades de Nación, Provincia y privados. Por eso se propone un instrumento que establezca las normas a las que nos debemos atener cuando se proyecta una presa, se la construye, se la opera, se llena, e incluso que prevea los riesgos de seguridad. Y agregó que “es muy importante este proyecto para tener un enfoque integral y federal de protección y seguridad de las centenares de presas y obras derivadas ya existentes en Argentina”.

Según el subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, Pablo Bereciartua –quien también fue parte de esa jornada, se prevé que este proyecto de ley se presente a principios de 2018 en el Congreso de la Nación.