El peronismo mendocino se encuentra en proceso de reconstrucción constante más o menos desde 2015, cuando la seguidilla de derrotas electorales los llevó al ostracismo político. Sin embargo, los tiempos se acortan porque 2019 está a la vuelta de la esquina y en diciembre de 2018 se renuevan las autoridades del partido que hoy presiden Omar Félix y Roberto Righi. En el medio, la figura de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y las denuncias de corrupción a exfuncionarios se combinan con el desfile de políticos que visitarán la provincia para mostrar una unión que todavía no se ve.

Tres años después  de esas primeras derrotas, las heridas siguen abiertas en el PJ local y, aunque hubo un intento de unidad en 2017, los números en las urnas no alcanzaron. Para algunos, Félix no logró aglutinar las diversas corrientes que conviven en el peronismo. Para otros, hubo falta de diálogo: se charló más con los intendentes y se dejó de lado a un sector que pedía participación, como La Cámpora, uno de los partidos que se adaptó y hoy forma parte de Unidad Ciudadana.

“No podemos hablar de unidad total”, se animó a decir Alejandro Abraham, actual senador provincial de Unidad Ciudadana. “Félix asumió en una profunda crisis. Hizo lo que pudo. Hacia adentro del peronismo, tenemos que empezar a quitar culpas y ser una opción distinta a la que está gobernando”, vaticinó por su parte el diputado provincial, Gustavo Majstruk. En cambio, para Guillermo Carmona, diputado nacional, más allá de los congresos y encuentros, es necesario conciliar dos espacios que por momentos parecen antagónicos: el peronismo de los intendentes y el kirchnerismo.

En los congresos provinciales se habla de 2019, pero también de las internas de 2018. El objetivo es poner en acción el rol opositor, tanto en la Legislatura como en el Congreso. Para eso, hay que negociar y llevar adelante esos cambios. Para dirigir el peronismo local, los nombres que se barajan son varios y diversos: Adolfo Bermejo, Gustavo Majstruk, Anabel Fernández Sagasti y el mismo Guillermo Carmona. Por ahora, sólo Majstruk y Sagasti han insinuado sus intenciones de ser candidatos a gobernador/a. Sin embargo, el dilema tiene un nombre y es Cristina Fernández de Kirchner.

Qué hacer con Cristina  

Hay dos puntos en los que el peronismo coincide: la difícil situación económica en la que se encuentra el país y la forma en la que se tratan las denuncias por corrupción a exfuncionarios de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, para muchos de los consultados, la exmandataria reúne una gran capacidad de votos y ese valor, incluso con causas judiciales de por medio, no se puede negociar. “CFK tiene una base importante de gente que la avala y de alguna manera veo que sus causas judiciales son pescado podrido”, dijo el intendente de Lavalle y vicepresidente del PJ, Roberto Righi.

“Cristina pertenece al movimiento justicialista y fue una expresión más parecida al gobierno de Perón, pero su gobierno fue manchado por hechos de corrupción”, dijo a su tiempo Majstruk. Para Carmona, la expresidenta es la figura de la oposición más importante de la política argentina y en diálogo con Unidiversidad aseguró que el debate debe darse con Cristina adentro del partido. Si bien todos son cautos, aseguran que las causas judiciales son cortinas de humo y alguno que otro dice que si hubo delito, que la Justicia intervenga; eso sí, de manera independiente. "Con jueces que no son independientes, no se puede hablar de Estado de Derecho", sentenció el diputado nacional.

Los visitantes

En el ínterin habrá un recorrido de figuras por Mendoza, que arrancó con la presencia del diputado nacional y uno de los precandidatos presidenciables, Agustín Rossi, en junio de este año. A él se suma la visita de Felipe Solá el próximo viernes 24 de agosto y en unas semanas, la llegada de Alberto Rodríguez Saá.

“De acá a 2019 hay una enormidad de tiempo, los votos pueden estar o no. Dentro del partido hay voluntad de trabajar mancomunadamente y recibir a los candidatos que tengan pretensión; con ese criterio tratamos de trabajar. Con unos se charlará más y con otros, menos”, afirmó Righi, quien sintetizó las charlas que hay tanto a nivel nacional como provincial.

Por su parte, Carmona aseguró que se trata de procesos partidarios en un contexto en el que la gente tiene preocupaciones más grandes que el Partido Justicialista. “Al tipo que no puede pagar la luz, la interna le importa muy poco”, arremetió. En el medio, el camino para la unidad transita los vainenes judiciales y las negociaciones locales.