El gremio docente inauguró el ciclo de las negociaciones salariales en un clima de profunda crisis económica, tal como lo definieron los funcionarios del gobernador. Para el sindicato, los representantes del Gobierno “vaciaron” la paritaria al acudir sin ninguna propuesta. Esto hizo que las tratativas se posterguen para el próximo 15 de febrero. Ambos sectores se dedicaron advertencias de medidas duras que afectarían al sistema educativo. 

Media hora antes de la cita con el gobierno, más de 40 trabajadores de la educación esperaban que se abrieran las puertas de la Subsecretaría de Trabajo bajo la consigna “Pueblo educado jamás será engañado”. Al ritmo de bombos, sirenas y bocinazos, integrantes del Sindicato Unido De Trabajadores de la Educación (SUTE), ATE Educación y el Sindicato de Celadores elevaban carteles reclamando por la continuidad del abono gratuito, la regularización de las prestaciones de OSEP, el salario en blanco y el no a los tarifazos, entre otros pedidos.
 

Argumentos docentes

Pasadas las 16.00, se sentaron frente a frente el Secretario General de SUTE, Adrián Mateluna; la secretaria gremial, Liliana Chávez, la secretaria de Finanzas, Susana Giordano, y los representantes del Gobierno: Antonio Bizzotto por el Ministerio de Hacienda, Luis Santamaría por el de Gobierno y Roberto Soria por la Dirección General de Escuelas (DGE).

El SUTE expuso en una hora sus principales puntos, centrándose principalmente en la salud laboral. Con respecto a ello, Mateluna señaló que “no se debe confundir ausentismo con licencia” y que, en los casos en los que se cometen abusos, “es por falta de control del gobierno”, denunció el sindicalista.

Como se trataba de un tema espinoso, dejaron el tema salarial para el final. A través de datos relevados por la Secretaría de Estadísticas del gremio, Mateluna detalló los aumentos registrados en cada sector (indumentaria, alimentos, servicios, rentas, entre otros) producto de la inflación y de la devaluación para sentar la necesidad de pedir un aumento salarial. 

Los representantes del gobierno, que habían permanecido prácticamente en silencio durante toda la reunión, respondieron a las condiciones gremiales con la premisa “Día no trabajado, día no pagado”. Los gremialistas interpretaron la frase como extorsiva y amenazante.

La rígida posición oficial

Sin demasiados preámbulos, los representantes del Gobierno dieron a entender que habían acudido a la paritaria sin ninguna propuesta salarial. Sus razones consistían en que los 40 días de gestión fueron escasos para hacer un buen relevamiento de la situación económica de la provincia y que el gobierno no estaba dispuesto a ir al encuentro sin una “propuesta seria y cumplible”. Y agregaron: “Lamentablemente, los recursos son escasos y limitados. No se puede pagar lo que no se tiene”.  Si bien declararon que quieren una paritaria “corta”, explicaron que la falta de información no les permite “tomar decisiones responsablemente”. De este modo, atacaron a la gestión anterior, la cual aceptó el aumento salarial a comienzo de año y se fue sin poder pagar los sueldos.

Los funcionarios expresaron que abrirían "todas las cuentas públicas a todos los sindicatos”, e invitaron a los trabajadores de la educación a que viesen con sus propios ojos la “comprometida” situación de la provincia. Esto desató fuertes críticas de los sindicalistas, quienes adujeron que desde el primer día de gestión del nuevo gobierno se habían presentado para iniciar las negociaciones. Como libreto paritario, los representantes del Ejecutivo entregaron dos documentos titulados "9 puntos de paritarias 2016" y "Nota presentada desde Gobierno Provincial". 

En diciembre, el gobierno le pidió al SUTE que esperara hasta la segunda quincena de enero para iniciar las conversaciones. La secretaria gremial reclamó que no los llamaron en todo el mes de enero. Según la sindicalista, la tardía fecha de comienzo de paritarias y la falta de propuestas del gobierno hacen que “el peligro del inicio de clases sea inminente”.

La gremialista continuó diciendo que era el gobierno el responsable de entorpecer el proceso de paritarias y que la fallida reunión no hizo más que “recordarle a las épocas más oscuras del país, como la dictadura o los 90”. Chávez denunció que el ajuste que pretende llevar a cabo Cornejo es un retroceso y que “da lástima que les pidan a los trabajadores que hagan el sacrificio”, en referencia a que acepten que la provincia no puede pagarles el aumento salarial. “Estamos hablando de sueldos de entre $ 6000 y $ 20 mil, ¿qué nos piden comprender?”, reclamó la mujer. Por su parte, Mateluna confesó: “Es el peor inicio de paritarias que he vivido”.

En tanto, los funcionarios se comprometieron a llevar una propuesta concreta el lunes 15 de febrero, dos semanas antes antes del pautado inicio del ciclo lectivo. 

Los dos documentos de inicio de paritarias: 

Puntos Paritaria Sute