Mohamed Lahouaiej Bouhlel, de 31 años, fue identificado como el conductor asesino, que vivía en Niza y trabajaba entregando mercadería. El hombre francés nacionalizado tunecino atropelló a casi cien personas y dejó heridas a otras tantas en la ciudad de Niza. Fue cerca de las 23, hora francesa, y el terrorista fue muerto por disparos de la policía.

Por el ataque, Francia estiró por tres meses el estado de excepción y se ratifica al país central de Europa como uno de los principales blancos de los ataques yihadistas. El de ayer, jueves 14 de julio, ocurrió en medio de las celebraciones por la histórica Toma de la Bastilla.

El atentado ocurrió en el tradicional Paseo de los Ingleses, en la ciudad costera francesa. Fueron dos kilómetros de recorrido mortal del camión conducido locamente y pasando por encima de las paseantes como si fuera piezas de bowling. El último parte oficial contabilizó 84 muertos y cien heridos, de los cuales 18 están muy graves.

Una imagen desoladora de la avenida costanera de Niza donde se produjo la matanza. Foto publicada por @miguelverdun.

“La fecha elegida para el ataque es muy significativa: la fiesta nacional es una demostración de unidad en torno a las fuerzas armadas, hoy implicadas en los frentes de Oriente Próximo y África para combatir a los yihadistas. La primera alerta de que se trataba de un atentado la ha lanzado el presidente del Consejo Regional de la región de Niza, Provence-Alpes-Côte d'Azur, Christian Estrosi, en Twitter”, señala la crónica de El País de España en su versión global.

De acuerdo a los relatos policiales, el camión blanco levantó una velocidad de 90 kilómetros por hora en una avenida llena de personas que a las 11 de la noche estaban atentas al espectáculo de juegos artificiales por la festividad nacional. El camión tenía armas y granadas, según la publicación francesa Nice-Matin.