Llegó la hora de las comunas. Después de veinte años de discusiones, Mendoza tiene un Plan Provincial de Ordenamiento Territorial y ahora los 18 municipios tienen doce meses para elaborar sus propios planes, en los que deben respetar los lineamientos que les marca la norma aprobada ayer (miércoles 23 de agosto) en la Legislatura.

La representante del Ejecutivo en la Agencia de Ordenamiento Territorial, Nadia Rapali, explicó que colaborarán con las comunas en la elaboración de sus planes. Los mismos deben incluir un diagnóstico, objetivos y lineamiento que hagan realidad un crecimiento equilibrado y equitativo, los que deben respetar los puntos contemplados en el Plan.

Rapali comentó que Malargüe es la comuna que más avanzó en la elaboración de su plan maestro, que otras hicieron esfuerzos como Luján de Cuyo, Junín, Tunuyán, Capital y Godoy Cruz, mientras el resto debe iniciar el proceso.

Un largo proceso

Después de años de discusiones y gracias al aporte sustancial del sector científico con la UNCUYO a la cabeza, en 2009 se aprobó la Ley de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo (8051), que establece un marco jurídico general para que la Provincia crezca de forma equilibrada y equitativa. Esa norma establecía los pasos a seguir: la conformación de un Consejo de Ordenamiento (un órgano consultivo), de la Agencia (a cargo de velar por la aplicación) y la aprobación de un Plan Provincial y de planes municipales. Ahora, sólo falta este último paso.

El Plan provincial es una especie de esqueleto que determina lineamientos generales pero claros que las comunas deben seguir, por ejemplo, utilizar los mismos criterios para determinar qué zona es urbana, cuál de interfase y cuál rural, y qué se puede hacer y qué no en ese territorio. Por eso, este es el momento de que las comunas aporten la masa muscular a ese esqueleto, que lo completen con el detalle, el dato fino.

En el plan que las comunas deben elaborar en doce meses estará contenida la posibilitará de generar cambios reales que permitan mitigar algunas de las problemáticas más graves de Mendoza, en materia de ordenamiento territorial: el crecimiento desmedido del Gran Mendoza en detrimento de otras zonas, el avance urbano sobre las mejores tierras productivas y la urbanización sin control del piedemonte.

Para que la casa esté en orden

Finalmente, la Cámara de Diputados aprobó el Plan de Ordenamiento Territorial. Ahora los municipios tienen un año para definir cómo ordenarán sus territorios.

Rapali aseguró que colaborarán con las comunas en la elaboración de sus lineamientos tanto con capacitación, como con equipamiento (básicamente computadoras), que en una primera etapa aportará la Nación a través de un programa de fortalecimiento.

La geógrafa aseguró que también trabajarán para que los fondos previstos en la Ley de Ordenamiento, vayan a este fin. En esa norma se prevé que el 1% de la recaudación del impuesto Inmobiliario y el 1% por Ingresos Brutos deben destinarse para esta temática, una parte para la Agencia de Ordenamiento y el grueso para dividir entre las 18 comunas con el mismo criterio de la coparticipación.

Estos fondos provinciales son esenciales, para que las comunas trabajen en sus planes de ordenamiento, que requieren de profesionales capacitados en la materia que puedan hacer un diagnóstico de situación y que marquen lineamientos centrales a seguir. Una vez que los planes estén listos, entonces serán los Concejos Deliberantes los que deberán aprobarlos antes de que se pongan en marcha esas herramientas que buscarán ordenar y equilibrar el territorio.