Abandono en el Microhospital de Puente de Hierro

Los trabajadores comenzaron un paro por tiempo indeterminado, ya que no perciben sus salarios. Atienden 400 pacientes por día.

Abandono en el Microhospital de Puente de Hierro

Sociedad

Unidiversidad

Verónica Gordillo

Publicado el 02 DE NOVIEMBRE DE 2015

Solos. Así se quedaron los trabajadores y la comunidad que asiste al Microhospital de Puente de Hierro, en Guaymallén, por lo que ayer iniciaron un paro por tiempo indeterminado hasta que alguna autoridad –comunal o provincial– los escuche y les brinde soluciones. El estado del edificio es crítico. Dicen que la comuna de Guaymallén los abandonó. 

Muchos vecinos llegaron ayer al único centro asistencial que tienen cerca, pero se encontraron con la novedad del paro. Las razones de la medida de fuerza son muchas: sueldos que no se pagaron, contratos basura y el estado calamitoso de la infraestructura, al punto de que los mismos profesionales debieron pagar los últimos arreglos.

El Microhospital, ubicado en Severo del Castillo y Gardel del distrito de Puente de Hierro en Guaymallén, está a solo 20 kilómetros del centro de la Ciudad y más cerca aún del edificio comunal. El centro está enclavado en una zona rural y asisten no sólo los vecinos del departamento, sino también de muchos distritos de Lavalle.

El microhospital atiende a 400 pacientes por día, 150 de los cuales pasan por la guardia. Es un centro clave para estabilizar a cualquier enfermo, hasta que pueda ser derivado a un centro asistencial de mayor complejidad.

El lugar es también un centro de reunión comunitaria. Además de los consultorios externos, en su precario edificio se dan charlas de diversos temas, desde salud reproductiva hasta derechos humanos, además de brindar ayuda a los chicos de la escuela secundaria de la zona, cuando proyectan alguna actividad importante.

Pese al paro, ayer los médicos intentaron dar alguna solución a los vecinos, tan olvidados como los mismos profesionales que han asistido a trabajar aun cuando les deben cuatro meses.

La directora, Alicia Páez, describió la situación como calamitosa e inaceptable, de extrema emergencia, tanto para ellos como para la comunidad. La médica aseguró que el centro sanitario se sostiene pura y exclusivamente gracias a la buena voluntad del personal, pero que todo tiene un límite. Ya fueron a trabajar cuatro meses sin cobrar, muchos tienen contrato por unos meses y ya pagaron de su bolsillo los arreglos de los que nadie se hace cargo.

Páez decidió acompañar a los trabajadores en la protesta. Dijo que la comuna de Guaymallén, liderada por Luis Lobos, los abandonó y que ahora pasaron a planta permanente a un montón de amigos, pero que se olvidaron de los que realmente trabajan. La directora explicó que con el abandono al microhospital, castigan a los que menos tienen y los privan del derecho legítimo a una salud pública y de calidad.
 

Traspaso a la Provincia

Al lugar asistió la dirigente de la Asociación de Profesionales de la Salud (Ampros), Isabel del Pópolo, quien pidió respuestas por parte de las autoridades y que el director de Hospitales, Enrique Quesada, se acerque al lugar para conocer la situación de primera mano.

El centro asistencial depende de la comuna de Guaymallén, aunque el 14 de febrero de 2014, el gobernador Francisco Pérez y el entonces ministro de Salud, Matías Roby, firmaron un acuerdo para que los trabajadores pasaran a la provincia. Ese acuerdo aún no se concreta, ya que los expedientes están en el Ministerio de Hacienda. Páez comentó que a partir de la firma de ese convenio, la municipalidad de Guaymallén  se “desentendió del problema, nos abandonó.”

En el lugar trabajan 56 personas, según explicó la encargada administrativa, Graciela Guzmán. De ese total, 14 tienen contratos “basura” y pasaron hasta cuatro meses sin cobrar, mientras el resto es empleado de planta de la municipalidad; aunque con 11 años de servicio, apenas cobran sueldos que rondan los 5 mil pesos.

Tanto desde la comuna de Guaymallén como desde el Ministerio de Salud de la Provincia, ningún funcionario hizo declaraciones sobre la problemática, pese a que Unidiversidad contactó a los jefes de prensa de ambos estamentos públicos.

Los trabajadores marcharán mañana a la comuna para intentar que los escuchen, ya que, pese a los reiterados reclamos, nadie se acercó a interesarse en su situación.
 

Atención básica

El predio donde se ubica el Microhospital fue destinado en la década del 70 a construir una comisaría, pero los pobladores se unieron y pidieron a las autoridades municipales que instalaran una posta sanitaria. La misma se abrió y luego fue cambiando hasta la apertura del microhospital, que permanece las 24 horas abierto.

Adriana Carrizo fue una de las pobladoras que se acercó al centro asistencial, pero se encontró con la novedad del paro. Dijo que es ahí donde toda la comunidad recibe atención básica y que tanto el hospital como institución como los médicos ayudan a muchas personas y que incluso salen al territorio a buscar a los pacientes.

Adriana comentó que la situación no los sorprende porque “toda la vida pasó lo mismo”. Dijo que, para ellos, asistir al centro de salud 16 (cabecera de Guaymallén) o al Hospital Notti no sólo les implica un largo viaje, sino que a veces no los atienden y lo que es peor, nadie los conoce.

Para la directora del centro asistencial, Alicia Páez, el conocimiento que tiene el personal de su comunidad es clave. “En lo personal me siento viva, estoy dando una lucha por lo que creo que es el derecho a una salud pública, de calidad. Podría poner paños fríos, pero acompaño al personal porque desde que estudiaba en la UNCUYO sabía que esto era lo que quería: la comunidad adentro del hospital, no nosotros acá y ellos del otro lado, porque acá vienen las mamás, escuchar las charlas y dan otras, o los chicos del Ceba me piden el lugar para algo que importa”.

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