Por Juan Stagnoli

Las casi tres mil horas de sol que la provincia de Mendoza tiene a lo largo del año motivaron a gobiernos y empresas a apostar por la energía solar. Es un recurso limpio, seguro y sustentable, que tiene ventajas y desventajas en relación con las energías tradicionales que usan restos fósiles para funcionar. A pesar de que el sol no contamina, todavía busca hacerse lugar en un mercado donde el petróleo y el gas han tenido supremacía desde la Revolución Industrial.

Un panel que capta la luz del sol y transforma esa energía en calor: esa fue la premisa con la que la empresa Energe inició sus actividades en el año 2007 y, con ella, difundió uno de los desarrollos que mejor se acopla a la realidad geográfica de la provincia de Mendoza. Según precisó uno de los dueños de la compañía, Alexis Atem, la energía solar no emite gases de efecto invernadero, permite descentralizar la economía de la energía y, al mismo tiempo, posibilita que los consumidores se conviertan, a la vez, en productores.

Esto no sólo mejora la calidad de vida de los usuarios, sino que además, en palabras del empresario, permite aumentar el valor de la propiedad: se realiza una inversión inicial y luego el costo de mantenimiento es nulo. Los equipos tienen un valor que va desde los $ 23 000 a los $ 52 000 y tienen una vida útil cercana a los 30 años. Además, colocar un equipo solar permite reducir el 30 % el valor del impuesto inmobiliario.

Existe mayor compromiso de los ciudadanos con respecto al cuidado del ambiente. “Un termotanque solar evita que se talen 600 árboles y es más fácil de producir que las energías fósiles”, explicó el joven visionario. Respecto de quiénes eligen estas tecnologías, Atem dijo que se trata de personas que apuestan a una mejor calidad de vida.

Así, las aspiraciones por una vida mejor se combinan con la realidad fáctica de Mendoza. Existe el recurso natural, hay universidades y centros de investigación, hay fábricas ya instaladas con plantas de proveedores e instaladores y, además, se trabaja con el concepto de generación distribuida –única en el país–, que alude a la posibilidad de producir energía por medio de diversas fuentes.

De acuerdo con la visión del dueño de Energe, los jóvenes tienen incorporado el concepto de la sustentabilidad: la población entendió que los recursos no son infinitos. Sin embargo, Atem señaló que la competencia es desleal, porque la energía de restos fósiles mantiene el poder en el mercado y no tiene respeto ni cuidado por el medioambiente.

Sombras en el camino

De cualquier manera, Atem reconoció que aún hay problemas por resolver. A pesar de que se trata de una energía renovable, el costo inicial puede resultar elevado y muchos usuarios prefieren recurrir a los artefactos tradicionales. Sin embargo, el titular de la firma señaló que el aumento de las tarifas ocurrido durante 2016 y a principios de este año permitió “sincerar” la economía” y eso favoreció la demanda de equipos solares.

En Argentina, la Ley 27191 –que modificó artículos de la Ley 26190– busca aumentar la producción de energías renovables. En su artículo 1.º, establece como objetivo lograr la contribución de fuentes de energías renovables hasta alcanzar el 8 % del consumo de energía antes del 31 de diciembre de 2017. También propone beneficios en impuestos como el IVA o Ganancias.

Lo llamativo es que a pocos meses de que concluya ese plazo, sólo se ha alcanzado a cubrir el 1 % de toda la producción. Atem puso como ejemplos el emprendimiento inmobiliario de Godoy Cruz, que funciona sólo con la energía de sol, y los avances de la UNCUYO orientados al desarrollo de políticas energéticas sustentables.

En simultáneo, otro de los problemas que opaca la visión estratégica de mejorar el medioambiente es el cambio climático. El joven empresario explicó que se trata de un inconveniente que afecta la matriz productiva de la provincia (la agricultura y la vitivinicultura), por lo que es necesario crecer a nivel estratégico. “Yo me pongo contento cuando se toman medidas que hacen al cuidado del ambiente, como, por ejemplo, la movilidad sustentable. Hay que cuidar el recurso agua, porque el cambio climático ya está jugando en ese partido”, agregó Atem.

Por otra parte, la desventaja que tienen los sistemas solares es que son intermitentes. “El sol ilumina 12 horas y el resto es de noche, por lo que hay que suplantar esa carencia con sistemas de acumulación, termos con agua caliente, electricidad”, advirtió. El hombre recordó que no se busca cambiar el nivel de confort y que deben usarse otras energías. Sin embargo, la falta de promoción de este tipo de aparatos genera que la oferta sea aún pequeña.

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