Desde que comenzaron a funcionar hace tres años en Mendoza, los refugios destinados a mujeres que atraviesan situaciones de violencia de género y quedan desamparadas por su familia, recibieron a unas 1.170 mendocinas que llegaron solas o con sus hijos para quedarse entre uno y ocho meses.

Este jueves, inclusive, el Gobierno Provincial a través de la Dirección de Género y Diversidad inauguró el establecimiento número once de este tipo en la provincia. Se encuentra ubicado en Las Heras y cuenta con cuarenta plazas.

Según destacó Silvina Anfuso, titular de la dirección a cargo, en la mayoría de los departamentos del territorio ya está habilitado este servicio de asistencia y contención a las víctimas en riesgo.

Si bien, por razones judiciales las direcciones de los refugios no pueden ser difundidas, sí es posible confirmar que ya cuentan con ellos Malargüe, San Rafael, Alvear, Santa Rosa, San Carlos, Tunuyán, Guaymallén, Godoy Cruz y Ciudad (que cuenta con dos, de los cuales uno funciona a través de una organización civil).

Anfuso explicó que el ingreso de las mujeres que están atravesando por amenazas y/o que han vivido hechos de violencia por parte de sus parejas o un varón de la familia, se realiza a través de la Dirección de Género y Diversidad (España 16 de Ciudad). Allí, quienes lo necesiten pueden acudir y solicitar protección y amparo sin necesidad de presentar una denuncia previa contra su agresor.

Las Áreas de la Mujer Municipales, junto a la línea 144 y la mencionada dirección son las vías a través de las cuales las mendocinas que lo requieran pueden acceder a los hogares.

“Para articular el ingreso en los casos de amenazas más graves, las fiscalías solicitan el servicio de emergencia”, detalló Anfuso. La funcionaria destacó que la mayoría de las veces, ellas están en una situación extrema de vulnerabilidad social tras tener que dejar su casa y no contar con una red de contención familiar.

El tiempo de estadía a veces se extiende a más de seis meses en estas situaciones, mientras que el mínimo que requieren quedarse en los hogares es de 45 días. Mientras se encuentran alojadas en los refugios las mujeres cuentan con espacios terapéuticos grupales, patrocinio jurídico gratuito y asesoramiento para lograr subsidios. A esto se suman los recursos básicos, como alojamiento, alimentos y traslados para realizar trámites, por ejemplo.