Los aumentos de los servicios fueron las primeras noticias de 2018. A la suba de los combustibles y de los panificados que se conocieron esta semana, empezaron a llegar las boletas de la luz que contienen incrementos que rondan en promedio el 20%. Se trata del segundo incremento desde noviembre y que tendrá vigencia hasta fines de febrero. De acuerdo con información proporcionada por el EPRE las subas oscilarán entre $ 58 y $ 507.

En una nota que publicó Los Andes se detalló que aquellos usuarios comprendidos en la categoría T1 R1 tendrán un incremento del 28%, mientras que para las categorías T1 R2 y T1 R3  oscilará el 26%. De esta manera, un hogar que se encuentre dentro del primer segmento y que consume menos de 300 kw bimestrales pasará de pagar $201,95 en noviembre de 2017 a $259,42 en las boletas subsiguientes.

El segmento T1 R2, que abarca al 60% de la población y corresponde al consumo de una familia tipo, tendrá una modificación en sus facturas que pasará de $651,07 a $820,31. Finalmente el grupo comprendido en la categoría T1 R3 tendrá un aumento de $500 y el promedio en la factura será superior a los $2400. Desde el EPRE explicaron que desde febrero se aplicará otro incremento que regirá hasta la próxima audiencia pública, prevista para agosto de este año.

Por qué el aumento

Hay que tener en cuenta que en el universo de ítemes que componen la factura hay dos elementos a los que prestarle atención: el Costo de Abastecimiento y el Valor Agregado de Distribución (VAD). El primero es de alcance nacional y el segundo es sólo provincial. Este último fue el que aumentó en noviembre de este año y que significó un cambio en la composición de la factura.

Ese ítem representa el precio que las distribuidoras le cobran a los usuarios finales por llevar la electricidad a sus casas. Es decir, que el VAD representa la ganancia que tienen empresas como Edemsa y Edeste, por ejemplo.

Premios

En 2016 el Gobierno nacional quitó los subsidios a los costos de abastecimiento. Desde ese momento, el usuario empezó a pagar el aumento en tarifas que superaron, en algunos casos, el 200%. En respuesta a esta situación, el Gobierno implementó la tarifa social a la que, según cálculos oficiales, accedieron en Mendoza 150 mil familias. Desde el EPRE informaron que esto tuvo que ver con que la gente está más informada: hay aplicaciones específicas y los datos están mejor publicados en las páginas de internet.

Al mismo tiempo hubo un crecimiento del plan estímulo que premia a aquellos usuarios que consumen menos que en 2015, con descuentos en las facturas.

En una nota publicada en octubre en Unidiversidad, el presidente del EPRE Elián Japaz señaló que las empresas deben cumplir con obras que mejoren el servicio por un total de 600 millones de pesos. En este sentido, esgrimió que hasta ese momento se había concretado una gran cantidad de obras, en especial en las zonas rurales, aunque no descartó que hubiera cortes en el verano. “Pese a que se presume un verano caluroso, confiamos en el éxito del Plan Estímulo y en el ahorro por parte del usuario, por lo que esperamos que no haya inconvenientes”, concluyó el funcionario en aquella oportunidad.

En la nota del centenario, en tanto, el secretario de Servicios Públicos, Natalio Mema aseguró que en la Navidad y Año Nuevo de 2017 hubo menos cortes que el año anterior y lo calificó como positivo. “Navidad y Año Nuevo son dos fechas en donde siempre hemos tenido inconvenientes en la provisión eléctrica. Sin embargo, solo tuvimos algunos focos de cortes en ciertos departamentos puntuales y que no perjudicó a un porcentaje alto de consumidores”, resaltó Mema.