La marcha de este 8 de marzo sumará una nueva bandera de reclamo levantada por las mujeres del fútbol. Hinchas, socias, jugadoras, dirigentes y trabajadoras cordobesas marcharán en contra del machismo que sufren día a día en ese ámbito. Exigirán igualdad de género, oportunidades equitativas, paridad en los cargos de las comisiones directivas e iguales remuneraciones que los varones, entre otras cosas. Paralelamente, un diputado presentó un proyecto de ley para que este deporte se profesionalice.

El crecimiento del movimiento de mujeres en Argentina y la gran repercusión del reclamo de la jugadora Macarena Sánchez para la profesionalización del fútbol femenino generaron mayor visibilidad de las dificultades y problemáticas de quienes forman parte de este deporte, ámbito históricamente machista y liderado por varones.

Es por esto que, en Córdoba, las mujeres que integran el fútbol de diferentes maneras decidieron participar de la marcha del 8M bajo sus propias consignas para "tirarle un caño al patriarcado". Son hinchas, socias, trabajadoras, jugadoras, dirigentes y trabajadoras que dejaron de lado sus colores para luchar por un mismo objetivo, la igualdad.

“Queremos que el fútbol sea equitativo e inclusivo, que cada niña que quiera jugarlo pueda hacerlo sin barreras y sin la perpetuación de estereotipos violentos”, señalaron en un comunicado.

Unidiversidad dialogó con Soledad Ceballos, integrante de la Red Belgrano Feminista, una de las agrupaciones que forman parte de este movimiento, que explicó cómo nació esta iniciativa: “El año pasado nos surgió la inquietud sobre qué hacer el 8 de marzo y recibimos el apoyo de la institución (Club Atlético Belgrano) para realizar algunas actividades. Luego decidimos nombrarnos y participar en la marcha. Nos encontramos con socias e hinchas de otros clubes de la provincia con las que compartíamos las mismas realidades en un deporte que, históricamente, fue una práctica masculina”.

Ceballos opinó que es necesario que las problemáticas de las mujeres del fútbol formen parte de los temas que reclaman los movimientos feministas. “Desde hace bastante, y con el reclamo genuino de Macarena Sánchez denunciando las condiciones en las que las jugadoras practican fútbol, se logró mayor visibilidad. Hace un tiempo que en los encuentros se da lugar a expresar nuestras problemáticas específicas”, explicó la comunicadora social y socia de Belgrano.

A través de las redes sociales, mujeres del fútbol de todo el país apoyaron esta lucha y se unieron a los pedidos. Sin embargo, Córdoba es la provincia que más se organizó para realizar los reclamos.

Los motivos por los que marcharán el 8M 

Las Futboleras Organizadas de Córdoba exigen que el fútbol sea profesional, equitativo, inclusivo y diverso, para que cada niña o mujer que quiera jugarlo pueda hacerlo sin barreras y sin la perpetuación de estereotipos violentos, y para que en las escuelas no solo sea una práctica para varones. Asimismo, las mujeres del fútbol reclaman que se creen protocolos obligatorios de actuación ante los casos de violencia machista en las instituciones deportivas.

Por otro lado, piden que se modifiquen los estatutos para que haya paridad de género en los cargos de las comisiones directivas, que existan iguales remuneraciones por iguales tareas e inmediata incorporación de mujeres en disciplinas deportivas y cuerpos técnicos, algo que hasta ahora no pasa.

Un proyecto de ley busca profesionalizar el fútbol femenino

El diputado Carlos Castagneto (FpV-PJ), exarquero de distintos clubes, presentó un proyecto para garantizar la igualdad de género, oportunidades y profesionalización en el fútbol. Acompañaron esta propuesta con su firma los kirchneristas Mayra Mendoza, Luana Volnovich, Cristina Álvarez Rodríguez, Verónica Mercado, Vanesa Siley, Laura Alonso, Alicia Soraire, Magdalena Sierra, Adrián Grana, José Carro, Julio Solanas, Daniel Scioli y Agustín Rossi, y la massista Carla Pitiot.

El legislador dijo en El Parlamentario que esta iniciativa “intenta reparar un desequilibrio histórico que el colectivo de mujeres practicantes de este deporte sufre frente al conjunto de jugadores masculinos, como, por ejemplo, la falta de espacios seguros para la práctica, baños y vestuarios inadecuados, falta de insumos deportivos de calidad e indumentaria acorde, personal calificado para llevar adelante los entrenamientos, falta de encuentros y competencias, entre otros”.

El proyecto surgió del aporte de jugadoras, entrenadoras, árbitros, profesoras y dirigentes del fútbol femenino y tiene como objetivo “la igualdad e inclusión a cada niña que pretenda jugar fútbol en cada rincón, club o colegio de nuestro país, y así concretar el derecho a la igualdad de oportunidades y derechos que tienen los hombres desde niños”. La iniciativa fue elaborada conforme a los principios aprobados por el Congreso de la FIFA.

Castagneto expresó también que la mujer “debe tener en cada ámbito la igualdad que muchos pregonan pero no ejercen. Esa igualdad debe darse, además de lo deportivo, en las condiciones de trabajo y en que cuenten con los mismos derechos que tienen los hombres; además de verse reflejada en la actividad dirigencial de cada ámbito del deporte”.