Una investigación realizada por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) expresa que cada vez hay menos argentinos y argentinas que se identifican con la religión católica.  Aunque el 62,9 % de los entrevistados afirma pertenecer a ese credo, el 18,9 % se considera agnóstico, ateo o no perteneciente. En este sentido, Cuyo es la segunda región del país con mayor cantidad de seguidores de la Iglesia católica, aunque también se destaca por ser la región con más Testigos de Jehová de Argentina.

Según la Segunda Encuesta Nacional sobre Creencias y Actitudes religiosas en Argentina, 2 de cada 10 personas expresaron no pertenecer a ningún culto. Aunque la gran mayoría se considera católica (el 62,9 %), entre 2008 y 2019 esta religión ha disminuido su número de fieles. A la vez, los y las evangélicas (el 15,3 %) y testigos de Jehová o mormones (el 1,4 %) comenzaron a aumentar su cantidad.

“Hay un decrecimiento a nivel mundial que tiene que ver con la cantidad de fieles. En el caso argentino, creo que en realidad esta disminución del catolicismo tiene que ver más con el paso de estos al cristianismo. Creo que el catolicismo ha perdido presencia en el terreno porque las iglesias evangélicas tienen una política misionera mucho más agresiva y descentralizada. Por el contrario, el catolicismo tiene más trabas y burocracia”, destacó a Unidiversidad Guillermo Barón, investigador del Conicet.

La juventud atea

En líneas generales, la investigación destaca que casi el 25 % de la juventud argentina (entre 18 y 29 años) se considera “sin religión”. Además, a esta cifra se le suma un creciente aumento de evangélicos (el 20 %).

Un dato a destacar es que esta franja etaria es la única que define en su totalidad sus creencias (creyente o no creyente), ya que en otros grupos existe una pequeña cantidad de personas que “no saben” definir cuál es su religión.

“El catolicismo ha perdido un monopolio que estaba garantizado por el Estado y, obviamente, las personas mayores estaban socializadas en ese entorno, donde la Iglesia conservaba el poder. Las generaciones más jóvenes salen al mundo en un momento en que la institución ha perdido fuerza y es cuestionada constantemente. La Iglesia ya no ejerce tanta presión en la conciencia de la gente”, destaco Barón.

Las iglesias evangélicas atraen a cada vez más católicos

Las distintas denominaciones de las iglesias evangélicas son muy diferentes entre sí: están las "históricas", que agrupan a bautistas, metodistas, luteranos, anglicanos y reformados; y las más nuevas, llamadas pentecostales y neopentecostales, que son vistas con recelo por parte de la comunidad cristiana, pero que son cada vez más masivas.

La región de Cuyo

Luego del Noroeste argentino, la región de Cuyo es la que posee mayor cantidad de católicos, con el 69,6 %. En segundo lugar, el 14,5 % de los encuestados se reconoce como evangélico y el 13,2 % no se atribuye religión. Sin embargo, la región se destaca principalmente por tener la comunidad de Testigos de Jehová y mormones más grande del país (el 2,8 %).

A nivel nacional, las regiones con menor número de religiosos son el Área Metropolitana de Buenos Aires y la región patagónica. El noroeste argentino se destaca como la más católica.

Cambio de creencias y prácticas

En una década, las transformaciones en las adscripciones religiosas generaron cambios significativos en las formas de creencia. Desde 2008, existe una disminución de la fe en la Virgen, los santos y los ángeles. Por otro lado, aumentó el número de creyentes en la energía y la astrología. La creencia en el diablo se mantiene.

Al mismo tiempo, un dato a destacar es que casi el 60 % de los encuestados expresó que se relaciona con Dios por su propia cuenta y solo el 30 % asiste a un templo o iglesia para encontrarse con esa presencia (entre los cuales se destacan quienes profesan la religión evangélica). En este sentido, 4 de cada 10 personas solamente asisten a ceremonias en algunas ocasiones especiales, y 3 de 10 asisten a misa al menos una vez al mes.

“Actualmente, el catolicismo genera permisos que otras religiones no dan. Es común ser católico y no ir a misa, pero es más raro ser evangélico y no congregarte. Por otro lado, ahora es común que la gente profese una religión a la carta en la que eligen lo que quieren hacer y lo que no, es decir, toman algunos elementos y otros los dejan”, comentó el investigador.

Cuestión de fe: "las iglesias" copan la espiritualidad tras las rejas

En las cárceles se puede observar cómo es el modo en que opera el discurso espiritual y cuáles son las relaciones de poder que emergen en el interior de los pabellones religiosos. Para ello, se intenta trabajar fuertemente en la incorporación de las religiones dentro de los pabellones, para que, de esta manera, generar menor conflictividad entre los presos.

En cuanto al ranking de prácticas religiosas, el 60 % de los argentinos indicó que no lee la Biblia ni otro libro sagrado, aunque los evangélicos son los que más oran, leen la Biblia y escuchan música religiosa. Por otro lado, los católicos priorizan rezar o hablar con sus seres queridos fallecidos, y quienes se consideran “sin religión”, rezan, hablan con sus familiares fallecidos y practican yoga o meditación trascendental.

Aborto, familias patriarcales y financiamiento estatal

Actualmente, 6 de cada 10 evangélicos y 8 de cada 10 católicos no están de acuerdo en prohibir siempre el aborto. Sin embargo, en la última década se ha duplicado la proporción de personas que consideran que es un derecho de la mujer (del 14 %  al 27 %).

En relación a la conformación familiar, el modelo patriarcal de familia es más aceptado entre las y los evangélicos. En los católicos y sin religión, aparecen mayores niveles de conformidad con la diversidad familiar y el matrimonio igualitario.

Por otro lado, el 50 % de los encuestados considera que el Estado no debe financiar a las confesiones religiosas y el 18,8 % expresa que se debe financiar a todas las religiones. En general, en la última década (2008- 2019) hubo un aumento en el deseo de desfinanciamiento de la religión por parte del Estado (del 41,7 % al 59,7 %).

“Creo que antes no había tanta conciencia del financiamiento. Ahora, con la campaña por la separación Iglesia/ Estado, es como que muchos de estos financiamientos salieron a la luz. Yo no sé si hace 10 años la gente era consciente de que los obispos cobraban un sueldo. Al problematizarse y aparecer en la esfera pública, ha generado que estos números avancen”, concluyó Barón.