Alejandro Salas, el celador del colegio Murialdo acusado en la causa de abuso sexual de una niña de 4 años, habló en exclusiva con el diario El Sol, con el fin de contar su historia y plantear su inocencia. Esto, después de pasar medio año detenido y ser trasladado a prisión domiciliaria hace pocos días. 

El celador sostiene que la denuncia lo tomó por sorpresa, que no conoce a la niña ni a su familia y que nunca había tenido problemas con ninguno de los padres de los niños del colegio.

Salas se encuentra detenido en la casa de su hermana en San José, Guaymallén. La Justicia le otorgó el beneficio como resultado de la defensa de sus abogados en los tribunales locales. Está monitoreado por una pulsera electrónica.

Salas tiene 49 años; es soltero, sin hijos, y llevaba diez años trabajando en el colegio religioso. La fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual, Cecilia Bignert, imputó al celador, que había quedado registrado en las cámaras de seguridad del sector de baños de las salas de 4. Asegura que es imposible que los abusos hayan ocurrido en el colegio, porque es un lugar muy reducido y con muchas personas; por lo tanto, nadie podría haber ingresado sin ser visto.

Hay un lapso de poco más de dos minutos y medio que registra a Salas pasando cerca de los sanitarios de un punto a otro, y él afirma que estaba trasladando recipientes de pintura. Como no se lo ve ingresar al baño, los abogados defensores afirman que su cliente es inocente.

En los próximos meses, Alejandro Salas espera quedar absuelto. “Estoy consciente de que no soy culpable de nada. Está demostrado. En las cámaras sale que nunca ingresé al baño”, afirmó.

“La cárcel es muy chocante, muy fea. Imagínese, a los 49 años... jamás estuve detenido, sólo demorado por averiguación de antecedentes, como le puede pasar a cualquiera. Llegar a estar en la prisión por una causa así, y por uno de los delitos más aberrantes, es lo peor que hay”, contó Salas a El Sol. Tanto él como sus abogados, Víctor y Federico Ábalos, entienden que el Ministerio Público debería investigar al entorno familiar de la menor. "Si la niña está abusada, que se llegue a ver quién ha sido, si es el entorno familiar o algún allegado”, apuntó el acusado.

Al ser consultado sobre qué le diría a la madre de la niña abusada, Salas concluyó: "A la madre no tengo nada que decirle. A la Justicia, sí, que investigue para llegar a la verdad".

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