Gran Bretaña no alcanzó a reponerse de los 22 muertos y las decenas de heridos que dejaron como saldo las dos explosiones en el estadio Manchester Arena, donde había dado un concierto la estrella pop Ariana Grande el pasado 22 de mayo, y ya debe enfrentarse a otro ataque terrorista, el sábado 3, que se adjudicó el Estado Islámico (EI). El hecho volvió a sumergir a ese país en el horror, el miedo y la parálisis social, cuando otras siete personas perdieron la vida y 48 resultaron heridas tras ser atropelladas por una camioneta en el Puente de Londres.

Al dolor mundial por las víctimas inocentes, se suma el tsunami político a nivel nacional e internacional. De hecho, la primera ministra británica, Theresa May, volvió a referirse este lunes a los ataques del sábado último, reivindicados por el Estado Islámico, que causaron la muerte de siete civiles y los calificó como "un ataque contra Londres y contra el Reino Unido, pero también contra el mundo democrático". 

Durante la conferencia de prensa que brindó este lunes, May elogió "el heroísmo de la policía y de los servicios de emergencia", al que tildó de "extraordinario". Más temprano, la comisaria de la Policía Metropolitana de Londres (MET), Cressida Dick, aseguró que las fuerzas de seguridad británicas frustraron 18 complots extremistas desde 2013 en el Reino Unido y detuvieron un promedio de una persona por día vinculada con esas causas.
 

May, sobre las cuerdas

La primera ministra británica está en el ojo de la tormenta. Es que Jeremy Corbyn, líder del partido laborista, pidió este lunes la dimisión de Theresa May por los recortes policiales que concretó este año.  

La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, ha rechazado, en las últimas horas, ser responsable de los recortes policiales que viene sufriendo el país desde 2010, justamente cuando ocupó la plaza como secretaria del Interior en el gobierno de David Cameron. Según el Instituto de Estudios Fiscales, una organización independiente especializada en las cuentas públicas, el número de policías cayó el 14% entre 2009 y 2016, exactamente lo mismo que el gasto real en las fuerzas de seguridad. Los medios británicos cifran la reducción de puestos de policía en 20 mil.

"Tenemos una fuerza anti terrorista muy, muy poderosa pero, como he dicho anteriormente, la amenaza parece estar cambiando, por lo que nosotros también debemos replantear nuestra estrategia y los fondos de los que disponemos", declaró la jefa de policía de Scotland Yard, Cressida Dick.
 

Cadena mundial y nueva "trumpada"

Líderes mundiales condenaron los sangrientos ataques del sábado en la noche en Londres, que dejaron al menos siete personas muertas y más de 40 heridas. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dos de cuyos conciudadanos sufrieron heridas durante el ataque, dijo que su país estaba más que nunca del lado de Gran Bretaña.

Por su parte, el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, declaró que sus "oraciones y resuelta solidaridad" estaban con el pueblo británico. Es que un australiano se encuentra en el hospital y otro más quedó afectado por el ataque, añadió Turnbull.

"Debemos dejar de ser políticamente correctos y atender el problema de la seguridad de nuestra gente. Si no somos inteligentes, la cosa empeorará", escribió el presidente Donald Trump en un tuit, el domingo por la mañana. En una serie de tuits a primera hora del domingo, Trump también reprochó el intento del alcalde de Londres, Sadiq Khan, de tranquilizar a la opinión pública luego de que tres atacantes arrollaran a varios peatones con una furgoneta en London Bridge ayer y luego acuchillaran a otros.

El alcalde de Londres no le hizo caso a la serie de tuits que escribió Trump. "Tiene cosas más importantes que hacer que responder al desinformado tuit de Trump", aclaró un vocero del alcalde.