Hasta la mitad de 2013, el sistema público de salud argentino no incluía dentro de sus prestaciones el abordaje de la infertilidad humana. Por ello, a partir de la sanción de la Ley 26. 862 (más conocida como Ley de Fertilización Asistida) se intentó generar un cambio sustancial en relación al acceso a procedimientos y técnicas de reproducción médicamente asistidas. Sin embargo, actualmente, algunas personas consideran que no se cumple al 100 %.

Al momento de su implementación, la Ley de Acceso integral a los procedimientos y técnicas médico-asistenciales de reproducción médicamente asistida establecía en su artículo 8: “El sistema de salud público cubrirá a todo argentino y a todo habitante que tenga residencia definitiva otorgada por autoridad competente, y que no posea otra cobertura de salud.”

Pero, a seis años de la sanción e implementación de la Ley, aún existen problemas. La normativa prevé la cobertura de hasta tres tratamientos de alta complejidad, sin embargo, algunas personas consideran que no se cumple el 100 % de la financiación del tratamiento y otros entienden que es casi imposible recibir asistencia sin poseer obra social.

“Yo ahora me quedé sin obra social, pero cuando la tenía se cumplía poco y nada. Por ejemplo, algunos estudios me los tenía que hacer en la obra social y tardaban mucho. Y hay un lugar en el hospital Central donde las realizan gratis, pero te dan muchas vueltas. Consulté en 2016 y en 2018”, indicó Estefanía Gallegos, una joven mendocina que aún anhela el procedimiento.

Además, otra complicación reside en la limitación impuesta por una resolución de 2018, la cual restringe la edad de cobertura de los tratamientos a los 44 años del paciente. Por ello, la búsqueda de concebir rápidamente se torna una necesidad primordial para hombres y mujeres que demandan someterse al procedimiento. Si bien la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (Samer) insta a “no demorar el asesoramiento”, algunas de las personas consultadas por Unidiversidad consideran que posiblemente no se les da la atención requerida por “ser jóvenes”.

Desde el sector de la Salud provincial indicaron que no se sabe si las obras sociales cumplen con el tratamiento, pero indican que el sector público tiene un Programa de Salud que brinda asistencia para quienes buscan concebir. A partir del mismo, en los últimos dos años nacieron entre cuatro y cinco bébes en la provincia.

“Nosotros creemos y esperamos que sí cumplan, pero desde el Ministerio tenemos un Programa de Fertilización No Asistida (in vitro) para las personas que no tienen obra social. Para acceder se tienen que dirigir al Hospital Central y realizarse todos los estudios con ginecólogos y endocrinólogos. Si el problema es de alta complejidad, se pide un turno para que continúe el tratamiento en Córdoba, pero eso sería la última opción”, indicó un vocero del Ministerio de Salud, Desarrollo social y Deportes.  

Sin embargo, algunas personas que se sometieron al tratamiento encontraron dificultades con algunas obras sociales, por ello, decidieron cambiar su prestación de servicio por otra de mayor cobertura.

"En mi caso cumplieron con todo el tratamiento, pero antes tenía una obra social que me dio mil vueltas, entonces tuve que cambiarme a otra. Hay que tener en cuenta que también tenés que estar tranquila para hacer el tratamiento, por eso yo prefería pagar un poco más de obra social pero tener la cabeza tranquila. Con la que hice el tratamiento, en menos de 48 horas me autorizaron todos los papeles y listo”, concluyó Anabella Franco, una mujer que se realizó la fertilización asistida y fue un éxito.

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